Todavía quedan restos de su llegada a nuestro país. Alrededor de 80 personas desembarcaron en la playa granadina de La Rábita. Una vez pisaron tierra huyeron hacia el interior del pueblo y la montaña. La Guardia Civil pudo detener a 20 personas, de las cuales dos eran menores. La Policía Nacional los trasladó al centro de acogida temporal del puerto de Motril a la espera de ver qué pasará con su futuro.