Se trata del taller de fabricación de monedas falsas de dos euros más grande de España y el más activo de Europa en los últimos 10 años. La banda criminal investigada por la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra, formada por ciudadanos de origen chino, llegó a introducir unas 100.000 monedas falsas en el mercado español y unas 400.000 en el resto de Europa, todas con un valor de dos euros. Para ello usaban principalmente comercios, casinos y máquinas tragaperras.