Obradoiro | Fernando Zurbriggen Jugador del Monbus Obradoiro

“No me gustaba no estar convocado y tuve la perseverancia para prevalecer”

El jugador ha demostrado una gran capacidad de resiliencia para sobrellevar el mal momento del equipo y el no jugar, reencontrándose con el baloncesto y su alegría en pista.

Ahora pide a los aficionados que crean para lograr la permanencia juntos

Entrevista a Fernando Zurbriggen

Jesús Prieto

Fernando Zurbriggen está viviendo una temporada complicada en la que ha pasado por todos los roles en el Monbus Obradoiro. De la oportunidad de ser titular a no ser convocado. Ante Manresa, pudo reencontrarse con la alegría de jugar un partido y recuperar sensaciones.

¿Cómo se siente después de volver a jugar?

A cualquier persona cuando vuelve a hacer lo que le es natural, tiene una dosis de alegría y de emoción positiva, que es lo que a mí me pasó. El tiempo de no estar dentro de la convocatoria fue duro emocionalmente, pero fue importante también saber que pude volver y competir a ritmo con el equipo.

Dio la sensación de que cuando salió a jugar vimos también ese jugador carismático, al que cuando le pitan una falta y se pone a mover la cabeza... ¿Te reencontraste con el baloncesto?

(Risas) sí, creo que más que con el baloncesto, con el motivo principal de que soy un jugador y a mí me gusta jugar. Creo que esa inocencia, esa plenitud emocional de volver a jugar me hizo volver a tener mi esencia. Son esos pequeños detalles, como decís, la risa pícara, una mano, una pelota rápida o algún gesto espontáneo. Es parte de mi esencia como jugador. Esa es mi identidad. Claro está que la dinámica de la victoria o la derrota afecta, porque somos seres humanos además de jugadores. Creo que el parar de competir y volver a aparecer hizo que recupere esa frescura y esa esencia mía.

¿Qué sensaciones individuales tuvo?

Estoy contento con el partido, principalmente porque volví, porque me pude mantener en pista y porque el parcial del equipo estuvo en tablas. ¿Qué quiero decir con esto? Creo que jugué una primera mitad muy sólida, contrario a lo que uno puede esperar después de estar tanto tiempo fuera. En la segunda mitad, sobre todo en el cierre del partido, pequé un poco de ansioso. Estar eléctrico a veces lleva errores, como también me generó algunas recuperaciones y buenas defensas. Me hizo anticiparme en algunas jugadas críticas. Pero bueno, en línea general estoy muy contento y las sensaciones son positivas, sobre todo de que puedo seguir aportando al equipo, que para mí es lo más importante.

Cambio de roles

Esa electricidad es algo característico de su juego y ha tenido una evolución cuando vino aquí de lo que se le pide. ¿Aún está en ese proceso de acabar de definir ese jugador, entre explosivo y pausado?

No, creo que hoy en día ya tengo el bagaje táctico-técnico para elegir cuándo empujar y tirar del físico y cuándo ser más pausado. La realidad es que la inercia de volver a jugar y el desborde de energía tiraba más para un lado. También la posición, porque no es lo mismo ser el base titular y tener que enfrentar todo el partido por delante sabiéndolo administrar a cuando el otro día me toca salir de atrás y vaciarme. En cuanto a entrega, también intento administrar. Esta temporada pasé por todos los roles habidos y por haber, de ser descarte, ser tercer base, ser parte del perímetro, ser base suplente, ser base titular. Lo importante es poder identificar qué es lo que el equipo necesita y entregarlo.

¿Fue difícil gestionar ese abanico de roles tan amplio?

Desde la parte táctica, no. Porque por suerte, por el trabajo que hacemos en el día a día, sé el movimiento de cada jugador en cada sistema, en cada parte del juego. Desde lo emocional, sí. Desde lo emocional fue difícil no jugar, porque la esencia competitiva del jugador quiere jugar todo el tiempo y tener la mayor capacidad de competencia posible.

Fernando Zurbriggen sonríe durante la entrevista

Fernando Zurbriggen sonríe durante la entrevista / Jesús Prieto

En este sentido, pierden un base, llega otro y después suman dos más. ¿Cómo lo recibe?

A ver, lo entiendo como una decisión sumamente profesional. También el tema de la desconvocatoria no tiene que ver con el rendimiento específico mío, sino que hay una cuestión de cupos también. En cualquier trabajo o servicio, si se considera que hay una falla, se busca alguna alternativa para solucionar ese problema. La falla en el equipo eran las derrotas y se han buscado alternativas. Estamos todavía en la búsqueda. Es una transición, pero creo que han descubierto otra nueva alternativa, una estrategia en la que me involucran a mí y en lo que le puedo dar al equipo. Creo que es parte del proceso y fue una situación nueva para mí, era la primera vez que no estaba en una convocatoria. De todo se aprende.

Pero fuera de lo profesional fue difícil...

 Sí, claro que fue difícil, pero justamente es parte de mi profesión. A mí me es más difícil convivir con la derrota que con el hecho de que no me tengan en consideración para jugar. Si no me eligen para un plan de partido y el equipo gana, lo entiendo perfectamente. Pero claro, si no juego y el equipo sigue en la misma... Es una cuestión de dinámica. El carácter de una persona se ve afectado por el contexto. La realidad es que hoy en día, en toda la plantilla, estamos necesitados de victorias, justamente para tener ese chute de energía positiva.

Si no me eligen para un plan de partido y el equipo gana, lo entiendo perfectamente. Pero claro, si no juego y el equipo sigue en la misma..."

Con toda esos bases, ¿le dio esa sensación de tener esa competencia ana en el equipo sana?

Sí, soy un chico que entrena muy serio y tengo mi rutina. Independientemente de que juegue los 40 o no me convoquen, vengo a hacer lo mío día a día. Soy una persona que tiene esa consistencia y perseverancia. Claro está de que había una situación que no me gustaba porque es una realidad, no me gustaba no estar convocado y creo que tuve la perseverancia para prevalecer. El otro día entré a jugar un partido y no se notaba que llevaba tanto tiempo fuera. Ese es un gran éxito, porque a veces uno dice bueno le falta rodaje. A mí se me puede decir que cometí errores por ansiedad y por falta de tiempo, pero no por falta de dinámica.

Camino al triunfo

¿Qué cree que falta para conseguir esa victoria?

En los momentos decisivos del partido nos está pesando, justamente, esto de traer tantas derrotas consecutivas y que no estamos finos en esos detalles. Al final son detalles, no es que perdamos los partidos de 20. A veces los detalles se pueden escapar con un fallo arbitral y nos vamos de partidos esos 20 segundos y ya nos cuesta volver. Es cierto que hubo varios partidos que nos faltó suerte, porque es la realidad.

¿Qué espera del Bilbao?

Ellos plantean un juego físico que tiene vértigo. No tiene la misma dinámica que trae el Manresa y creo que eso nos va a venir mejor a nosotros. Tienen otro tipo de esquema con roles más definidos. Soy muy optimista con que es el partido en el que se va a inclinar la balanza para nuestro favor.

¿Qué le diría al aficionado que sigue viniendo y ve tantas jornadas en rojo?

Que crea. Que así como ellos nos siguen apoyando a lo largo de toda la temporada y en tantos resultados adversos, nosotros seguimos trabajando y que juntos vamos a salir de esta situación.