Al principio casi todos los vehículos eran negros, como decía el fabricante Henry Ford: "el cliente puede escoger el color del coche siempre que sea negro". Pero detrás de esta frase había un por qué, eran más baratos de producir.

Ahora sabemos que el tono de los coches también está relacionado con los accidentes. Los marrones son los que más daños sufren, un 51%, los blancos los que menos, un 44%. En Europa el color preferentemente elegido es el gris, junto al blanco, el más seguro en carretera.