Un hombre acepta dos años de prisión por una agresión sexual en Ribeira

Fachada de la sede de la Audiencia Provincial de A Coruña en Santiago.

Fachada de la sede de la Audiencia Provincial de A Coruña en Santiago. / TSXG

Suso Souto

Un hombre ha sido condenado este viernes en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, a dos años de prisión como autor de un delito de agresión sexual ocurrido en el municipio coruñés de Ribeira en el mes de julio del año 2018.

Las partes han llegado a un acuerdo de conformidad, mediante el cual el acusado ha aceptado esta pena, además de la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros, así como de comunicarse con ella por cualquier medio durante cinco años.

También ha aceptado la medida de libertad vigilada durante tres años después de concluido el plazo de suspensión sin incidentes. Asimismo, se le ha impuesto una inhabilitación para desempeñar trabajos en contacto con menores durante cinco años.

Además, ha mostrado su conformidad con la suspensión de la pena privativa de libertad por un período de tres años, quedando requerido el acusado a fin de que no incurra en ninguna conducta que pueda dar lugar a la revocación de esta suspensión por ese período.

Los hechos ocurrieron en el mes de julio de 2018. Según detalla el escrito de Fiscalía, a las 06.30 horas del día 22 la víctima se encontró con dos conocidas que le presentaron al acusado en el interior de un bar de la localidad coruñesa de Ribeira.

Allí, la mujer permaneció en la zona de sofás del bar descansando, ya que "se encontraba en un estado de mucho cansancio y somnolencia, puesto que llevaba mucho tiempo sin dormir".

En el momento en el que el local iba a cerrar, continúa el Ministerio Fiscal, el acusado fue a despertarla y, posteriormente, ya que ella "tenía mucha necesidad de descansar", él le ofreció su casa.

Ya en el domicilio, la víctima se acostó en un sofá y, aunque en un principio el acusado se fue de la estancia, regresó para "satisfacer su instinto sexual y atentar contra la libertad sexual" de la mujer.

Tras la negativa de ella, tal y como recoge el escrito, él se marchó y ella se quedó dormida, pero posteriormente el acusado volvió y "viéndola dormida, se desnudó totalmente y se puso encima, agarrándola con fuerza" e intentó penetrarla. En ese momento, ella se despertó y le dio un codazo al acusado, que cayó al suelo, y logró escapar.

Por estos hechos, la Fiscalía solicitaba una pena de tres años y nueve meses de prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo, prohibición de acercarse a menos de 200 metros de la víctima y de comunicarse con ella por cualquier medio durante cinco años, así como libertad vigilada durante cuatro años.