Un derbi gallego vital para definir el futuro de ambos equipos

Llegó el gran día para el baloncesto gallego. Llegó el derbi entre Obradoiro y Breogán. Santiago acoge este sábado un partido que puede englobar más que una rivalidad, ya que también es un encuentro que puede definir qué equipo tendrá más opciones de mirar hacia arriba y cual se centrará en terminar una temporada holgada, lo que aporta un aliciente extra.

Santiagueses y lucenses llevan persiguiéndose en la clasificación durante toda la temporada, llegando a este derbi con el mismo número de victorias (11) y derrotas (12). Esta igualdad se refleja en los puestos que ocupa cada uno en Liga Endesa, siendo los celestes novenos y los compostelanos décimos.

Pero este es un partido donde los números pueden quedar al margen, con un Multiusos Fontes do Sar a rebosar, donde ambas aficiones empujaran a sus equipos y en el que el corazón puede tirar más allá que los conceptos puramente baloncestísticos. Los jugadores serán los protagonistas de la fiesta del baloncesto gallego y sus entrenadores las balanzas de sus emociones. Quien sepa gestionar mejor el ritmo del partido, las rachas y la estabilidad se llevará la corona gallega.

La clave: la presión defensiva

Ambos conjuntos se preocupan mucho del aspecto defensivo y este será un factor decisivo por muchas razones, siendo la más vital el balance de posesiones efectivas que puedan generar ambos conjuntos entre pérdidas y recuperaciones.

El Breogán es un equipo que pelea y presiona con intensidad en todos los partidos, lo que les otorga el cuarto lugar entre los equipos que más balones recupera con 10,6. Mientras, en el aspecto de las pérdidas, son el sexto equipo que menos balones pierde con 12,2. Un equipo que concede poco y aprieta mucho.

Por el otro lado, el Obradoiro es el sexto equipo que más balones pierde (13,7) y el segundo que menos recupera (7,8). Estos datos aparentan situar la presión del control del balón en los locales, pero hay que ponerlos en contexto, dado que el estilo y el ritmo del Obra provoca que su juego sea así. Los santiagueses hacen un juego defensivo de más orden táctico, frente a la fuerte presión celeste.

En ataque, los locales se encomiendan a encontrar a su referente, Kassius Robertson, que no tiene miedo en buscar el aro tras bote. Un juego de más riesgo con el balón. Un estilo que puede hacer más daño.

Por ello, los número pueden ser engañosos, el Obra es un equipo que busca rachas para acabar con su rival, mientras que el Breo es un equipo que genera esas situaciones de partido en contras.

Ojo a los tapados

Ethan Happ y Scott Bamforth son las grandes figuras del Breo, mientras que Kass es el gran abanderado de los santiagueses, con respaldo de los hermanos Scrubb (Thomas y Phil). Pese a ello, el uso que Moncho Fernández y Veljko Mrsic, técnico celeste, den a sus otros hombres en este partido puede ser definitorio.

En este sentido, los jugadores que pueden salir a relucir en el Obra son los interiores. Marek Blazevic, Rubén Guerrero y Will Magnay se enfrentarán a uno de los mejores pívots de la liga, por lo que su trabajo en defensa será vital, especialmente a la hora de cerrarle el rebote, donde los tres deberán de explotar sus distintas aptitudes. Mientras, en atraque, Blazevic puede trabajarlo y sacar puntos importantes, pero deberá de cuidar el balón ante el segundo jugador que más robos hace en ACB.

Ante la lesión de Marko Lukovic, el jugador del Breogán que va a ganar galones y minutos es Toni Nakic, que tratará de hacerse valer para que los celestes no echen demasiado en falta al serbio. Pero el jugador que más estará deseando la llegada de este encuentro es Sergi Quintela, que regresa tras su lesión y, en el derbi, querrá de demostrar que vuelve con fuerza. También habrá que tener en cuenta a Víctor Arteaga, revulsivo en la ida.

Las bajas del derbi

En el Obradoiro no habrá sorpresas para este partido. Tras el regreso de David Walker, los únicos jugadores que no estarán en el encuentro serán Dragan Bender y Marcus Paige. Por parte del Breo, tendrán la importante baja de Marko Lukovic, que los debilita en el puesto del 4. Será vital la gestión que hagan ambos técnicos ante esta gran baja.