El Obradoiro conquista una disputada Copa Galicia que se decidió en los últimos segundos

Los compostelanos se impusieron al Río Breogán por 68 a 69 en un intenso encuentro

Veljko Mrsic teminó expulsado en el segundo cuarto por una doble técnica por protestar

La plantilla del Monbus Obradoiro posa con la Copa Galicia tras superar al Río Breogán

La plantilla del Monbus Obradoiro posa con la Copa Galicia tras superar al Río Breogán / Obradoiro

Monbus Obradoiro y Río Breogán, los mismos protagonistas de las dos últimas ediciones de la Copa Galicia, se reencontraban, en esta ocasión en el Pazo dos Deportes de Lugo. Los compostelanos llegaban a la cita confiando en arrebatarle el trofeo a los celestes, pese a jugar en su templo.

Los hombres de Moncho Fernández llegaban a la cita confiando en que a la tercera va la vencida, ya que en las pasadas ediciones de Ourense (2022) y Ferrol (2021) fue el conjunto lucense el que logró llevarse el trono gallego. Aún así, un renovado Obra se presentaba en Lugo con el sueño de alzar el trofeo autonómico y demostrar que son un equipo que piensa seguir a su rival a la Basketball Champions League.

Para lograrlo, comenzaban el encuentro ambos conjuntos con gran intensidad y con un baloncesto muy físico, sabedores de que se jugaban un título que ambos querían. Ese esfuerzo propició que en los primeros tres minutos los dos equipos solo consiguieran dos puntos, pero jugando un buen baloncesto. Los compostelanos hacían gala de un buen movimiento de balón, mientras que los lucenses encontraban espacios por dentro.

Los jugadores arrancaban erráticos en el tiro y agresivos en defensa, cometiendo varias faltas. Pese a la presencia de Artem Pustovyi en pista, los celestes estaban dominando en el rebote ofensivo y, aunque estaban erráticos en el tiro, pudieron gozar de segundas oportunidades para separarse, con dos triples, de los dos únicos puntos que ostentaban los santiagueses al ecuador del cuarto, forzando el tiempo de Moncho.

El Obra se veía forzado a mandar a Pustovyi al banquillo al acumular dos faltas, dando entrada a Marek Blazevic. Tres Tinkle cometería la siguiente para marcar los tres minutos finales con 4 faltas en ambos lados. Mientras, con el pívot lituano los santiagueses seguían muy inseguros en el rebote defensivo, pero lograban remontar gracias a la mejor movilidad de balón que estaban presentando para lograr un parcial de 0-10, con unos grandes Eric Washington y Rigoberto Mendoza (8-12).

Ahora pedía tiempo Valjko Mrsic, que introducía a un activo Mouhamet Diouf que rompía la sequía de los suyos con una canasta en su vuelta a la pista. Los locales mejoraban, pero el Obra no bajaba el ritmo y lograba irse con ventaja al segundo cuarto (12-16).

Regresaban a la cancha los dos conjuntos y Moncho apostaba por el doble base con Fernando Zurbriggen y Pol Figueras, posiblemente buscando mantener la buena movilidad del balón al dar descanso a Washington. Aún así, salían con más músculo los de Mrsic para empatar 18-18 al inicio. Pero los de Moncho no bajaban la marcha y se mantenían a la cabeza.

Una falta sobre Blazevic hizo explotar a Mrsic, quien se quemó con el árbitro, como si quisiera devorarlo, propiciando una doble técnica y, por ende, su expulsión. Así, Álvaro Muñoz sumaba dos puntos desde el tiro libre y Blazevic hacía lo propio. Acción de cuatro puntos por el cabreo de Mrsic (20-27).

Apretaba la grada para animar a los locales y silbar a los santiagueses. Pero no se achicaban los compostelanos ante un Breo descabezado. Inseguros en defensa y sin confianza en ataque, los lucenses sufrían aunque mantenían el tipo ante el desacierto compostelano.

Volvían a pista Washington, Mendoza y Pustovyi, ya que Moncho sabía que era momento de hurgar en la herida. Pero el Breo iba recuperando terreno con un parcial de 6-0 que llevó al Alquimista de Pontepedriña a pedir tiempo, abroncando a los suyos, algo precipitados y erráticos.

Al regreso, el Obra comenzaba algo mejor, pero Washington se llevaba una técnica al protestar una falta de Sergi Quintela, quien era el propio ejecutor del tiro libre que hizo efectivo. Juan Fernández, muy activo en el cuarto, sacaría dos faltas de tiro a los de Moncho y anotaría dos de los cuatro tiros libres para acercar a los suyos a dos puntos, poniendo el 29 a 31 con el que se cerraría el primer tiempo en el Pazo dos Deportes. Los aficionados lucenses despedían al trío arbitral y al Obra con silbidos.

Moncho Fernández, sabiendo que los suyos no habían aprovechado la inestabilidad de los locales tras la expulsión de su entrenador, debía asegurarse de que sus hombres recuperasen la calma y la confianza perdida al verse superados en el que debía de ser el peor momento de los lucenses.

Por el otro lado, el Breogán se iba al descanso reforzado, pese a no contar con Mrsic. No solo pudieron aguantar la situación más crítica para su equipo, sino que la grada les permitió venirse arriba para sacar un parcial positivo y desestabilizar a los compostelanos. Ahora debían de regresar a pista con la mente fría y las ideas claras para mantener la intensidad que les permitiera hacer daño a sus rivales.

Volvían los dos equipos a la cancha y el Breo salía con fuerza, apostando por buscar el enfrentamiento entre Washington y Zan Sisko, superior en centímetros y físico. El Obra hacía lo propio en el poste con Pustovyi, con menos suerte ante la buena defensa de Martynas Sajus, que le concedió solo una canasta. Así, le daban la vuelta al marcador los lucenses a su favor (37-35).

Los celestes apostaron en ese instante por dañar desde el 4, con superioridad física con respecto a los alapívots compostelanos, donde Sajus sacaba petróleo. Mientras, Blazevic cargaba de faltas a los celestes.

Tiraba de oficio el Obra para tratar de recuperar el terreno cedido y el partido se convertía en un intercambio de canastas y tiros libres, con el lituano siendo el faro de los compostelanos e imparable para los interiores celestes (46-46).

Entraban Diouf y Juan Fernández para tratar de frenar al pívot compostelano, y el Breo entraba sacando una falta y técnica para sumar dos puntos, tras errar uno. Un minuto final del tercer cuarto intenso, el cual cerraba Blazevic con una canasta con la que sumaba 10 puntos en el cuarto y 16, hasta el momento, en el encuentro. Terminaba el tercer cuarto con un igualado 51-50 y todo por decidir.

Arrancaban los diez minutos finales con un Breo en el que aparecía Erik Quintela con dos faltas al inicio, pero que anotaba con sus interiores Fernández, de 2, y Diouf, de 3, para comenzar presionando al Obra, errático al inicio. Aparecía de nuevo Jogela con otro triple que acercaba a los celestes a la distancia de dos dígitos y Moncho aprovechaba una falta para dar indicaciones a Washington, buscando impedir que se les fuese el encuentro.

Al Obra le estaba costando, pero lograban poner a los celestes con su tercera falta, que también era la número tres de un Quintela que se iba al banquillo, y Sajus cometía la cuarta para poner a los compostelanos en una situación favorable para remontar. Pustovyi lo sabía y anotaba uno de sus dos tiros libres de esa personal y, tras ganar el Obra el rebote, machacaba a aro pasado para sumar 3 puntos y romper el parcial negativo (61-56).

El equipo de Moncho trató de aprovechar ese factor siendo más agresivo en ataque, tratando de sacar faltas, y debía apretar en defensa para llevarse el partido. Estaban cumpliendo los santiagueses, a tres puntos de los locales, pero una canasta lejana contra tablero de Sisko, con mucha fortuna y que apunto estuvo de ser de tres, entraba y forzaba el tiempo del Alquimista a falta de algo más de tres minutos para acabar el partido (65-60).

Volvía el Obra con fuerza, y un triple de Tinkle, seguido de una peleada canasta de Scrubb, empataban el encuentro con algo menos de dos minutos, forzando ahora el tiempo de los celestes. Blazevic remataba con un mate una bandeja de Washington que lloraba por entrar y forzaba otro tiempo de los lucenses, que disponían de 18 segundos para realizar su jugada.

Buscaron el triple y lo encontraron en las manos de Jogela, que anotaba pese a que Scrubb punteó bien el tiro. Moncho pedía ahora sus dos tiempos y contaba con 12 segundos para buscar su canasta o una falta que los llevase a la línea de personal. Toda la pizarra del Alquimista no serviría de nada, en positivo, porque Anthony Polite cometía una tímida falta por error y Washington la aprovechaba anotando sus dos tiros.

Mendoza cometía falta poco después del saque de fondo y los celestes buscaron el tiro al volver a poner en movimiento el balón sin suerte. Buscaron la falta tras el rebote, pero Blazevic estuvo listo para lograr el fuera de Jogela y los compostelanos lograron quemar el segundo que les quedaba para alzarse como campeones de la Copa Galicia 2023 por 68 a 69.