Cole Brauer llega a A Coruña y completa la vuelta al mundo a vela en solitario

Cole Brauer completó este jueves en A Coruña una vuelta al mundo a vela en solitario convertida en un alegato contra los estereotipos y con un nuevo modelo de comunicar al gran público

Cole Brauer llega a Coruña tras dar la vuelta al mundo en solitario

Cole Brauer llega a Coruña tras dar la vuelta al mundo en solitario / Iago López

María Varela

Un barco, el First Light. 130 días. Cuatro meses. Tres océanos y tres grandes cabos. Incontables tormentas. Y varios momentos críticos. El viaje de Cole Brauer con salida y llegada en A Coruña llegó esta mañana a su fin. Desde las 08.00 horas su barco ya se veía desde la costa coruñesa y poco después atravesó la línea de meta situada en el extremo del dique de Abrigo. En ese momento, su retransmisión en directo alcanzó picos de más de 14.000 personas (de los casi medio millón de seguidores en su cuenta de Instragram) conectadas para celebrar su gran gesta.La primera mujer americana en dar la vuelta al mundo en solitaro. La segunda ganadora de la Global Solo Challenge. Antes que ella ya se alzó con la victoria el francés Philippe Delamare. Pero Brauer ha sido la que ha cambiado las reglas y con ellas, la historia.

"Estoy bien, un poco sobrepasada, ¡pero bien! Siento como si no hubiesen sido cuatro meses. No dormí demasiado esta noche, había mucho viento y mucho tráfico para entrar en el puerto. Pero no me siento mal, solo como un día normal", dijo a su llegada, un día antes de la celebración del 8-M, el Día Internacional de la Mujer: "Era la única mujer de la prueba. Creo que más mujeres deberían animarse a hacer esto. He demostrado que es posible comportarse como una mujer, aparentar como una mujer, y seguir siendo competitiva al más alto nivel contra lo hombres", aseguró. "Creo que las mujeres pueden hacer cualquier cosa en la que pongan su corazón en ella. Mucha gente me dijo que no podría hacer esto. Y yo no paraba de decir: 'Sí que puedo'. Así que tienes que repetírlo muchas veces. Creo que las mujeres son realmente poderosas. Creo que es una falta de entendimiento cuando se dice que una mujer es poderosa y el hombre se pone a la defensiva. No tiene que ser así. Creo que ambos podemos estar al mismo nivel y no tenemos que luchar por el poder, que podemos estar en el mismo escalón", alegó.

Desde el litoral coruñés, hubo vítores y aplausos para la regatista estadounidense mientras esta enfilaba el puerto de A Coruña. Una veintena de aficionados en la punta del dique de Abrigo festejaron incluso con pancartas la conclusión de su aventura. Ella, desde el barco, encendió una bengala. Después, antes de entrar en aguas del puerto coruñés, plegó velas para entrar a motor custodiada por las lanchas en las que iba su equipo e incluso su familia. Al llegar al muelle, se dio el esperado el abrazo con sus padres Kim y David, orgullosos pero sobre todo contentos de tenerla en casa. Y tuvo lugar la celebración con champán con los miembros de su equipo. También le esperaba el concejal de Deportes Manuel Vázquez y un representante del Deportivo, que le hizo entrega de una camiseta. El campeón de la Global Solo Challenge, el francés Philippe Delamare, fue el encargado de otorgarle el trofeo como segunda clasificada. Marco Nannini, organizador de la prueba y al que la regatista dio personalmente las gracias, y Chuny Bermúdez de Castro, regatista oceánico coruñés y representante de Marina Coruña, también se encontraban en el muelle.

Con sus 29 años y sus escasos 160 centímetros de altura y 50 kilos de peso ha roto con los estereotipos del hombre rudo y solitario que se hace a la mar. También ha gritado al mundo que no hay nada que no pueda hacer después de que una y otra vez le dijeran que era demasiado pequeña, demasiado inexperta, demasiado mujer. Pero sobre todo ha sabido comunicar de una forma sincera, natural y divertida los pormenores de su camino, conectando con el público como nadie antes lo había hecho. Ser capaz de guiar un monocasco a través de tormentas, arreglar averías mecánicas, subirse al mástil e incluso ponerse una vía a sí misma no está reñido con hacer la colada, pintarse las uñas o ponerse un pijama en Navidad y un vestido en Año Nuevo para bailar sobre la proa. Comenzó la aventura con dos mil seguidores en Instagram (@colebraueroceanracing). Cuando por fin ponga los pies en tierra y reciba el abrazo primero de sus padres seguido por el de sus amigas más íntimas y el de su equipo, que le ha seguido 24 horas al día durante todo este tiempo, serán medio millón de ojos, la mayoría nuevos seguidores de este deporte, los que estarán puestos en ella.

Cole Brauer llega a A Coruña y completa la vuelta al mundo a vela en solitario

Cole Brauer llega a A Coruña y completa la vuelta al mundo a vela en solitario / Iago López

Cole Brauer partió de A Coruña el pasado 29 de octubre, pero la aventura había comenzado mucho antes, sin que haga falta remontarse al momento en el que se topó con el mundo de la vela cuando se mudó a Hawai para estudiar. Después compitió a nivel profesional, siempre con la idea de la vuelta al mundo en su cabeza, y en julio del año pasado se planteó el reto de esta Global Solo Challenge. Lo había intentado antes en otras competiciones más exclusivas, pero siempre había sido rechazada. Marco Nannini, el organizador, no le dijo que no, es más, creó esta prueba con centro logístico en A Coruña con esa afán inclusivo y con la posibilidad de que participasen proyectos con un presupuesto más reducido. Así que Brauer empezó a juntar a su equipo, que poco a poco tomó Newport, donde se instaló el centro de operaciones.

Todo el mes de agosto y todo el de septiembre estuvieron preparando el barco. “Cuando llegué por primera vez a Rhode Island estaba muy preocupado. Ella estaba lista, pero el barco no estaba preparado para ir a ningún lado, menos para dar la vuelta al mundo. Pasamos todo agosto, todo septiembre y después todo el mes de octubre aquí en A Coruña trabajando en el barco para que estuviera listo. Trabajamos incluso la noche previa a su salida”, recuerda Duncan Nevard, el encargado de la parte tecnológica. “Cuando me uní al proyecto, sabía que Cole podría hacerlo ella sola. Pero lo que quería es que ella se pudiera centrar en la parte de navegación y yo en todo lo demás: el barco, la logística, la parte financiera...”, afirma Brendon Scanlon, el director del proyecto.

Una vez en el mar, su travesía no estuvo exenta de complicaciones, comprobando de primera mano aquello de que después de la tormenta siempre viene la calma... y viceversa. Nada más salir tuvo problemas físicos derivados de una intoxicación alimenticia. Tuvo que ponerse una vía a sí misma para hidratarse por consejo de su equipo médico, que en los meses previos a su partida la había entrenado ante todo tipo de situaciones, desde poner grapas hasta un torniquete para cortar una hemorragia masiva. “No se sentía bien, no estaba bien anímicamente, ni mentalmente ni físicamente. Solo deseaba que pasara esos 4 ó 5 días. Una vez que pasó eso ya no estuve tan nervioso porque sabía que no había situación a la que no se pudiese enfrentar de alguna manera. Y tenía de todo para arreglar cualquier parte del barco”, asegura Nevard. Siguió su camino, Atlántico abajo, para enfrentarse al cabo de Buena Esperanza, el cuerno de Sudáfrica, y sin acercarse demasiado al hielo, enfilar hacia el Índico.

Por allí vivió momentos críticos por problemas técnicos con el autopiloto del barco. “Creímos que iba a tener que parar en Australia Nueva Zelanda para arreglarlo”, desvela Scanlon, que tenía incluso los billetes para volar a Australia y también tres muelles reservados en el país. Pero se repuso, pasó el cabo Leeuwin (Australia), entró en el Pacífico, siempre manteniendo a raya el hielo del Antártico, y llegó al cabo de Hornos (extremo austral de Chile), uno de los puntos mágicos del viaje tras el que empezó la subida de vuelta por el Atlántico, con fuertes vientos que también hicieron temer por la integridad del barco. De nuevo salió intacta. Viendo cada vez más cerca el momento de ver la Torre de Hércules. Y tomando nota para sus próximas metas: ser la primera mujer en ganar la Vendée Globe en 2028.

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