El sector pide madera estructural en el 20% de la vivienda pública que prometió la Xunta

Medio Rural destaca la importancia de garantizar, a partir de 2024, que un porcentaje de las nuevas edificaciones impulsadas por el gobierno autonómico vayan a incorporla

José González toma la palabra en el foro ante la mirada de Carballo y Saiz

José González toma la palabra en el foro ante la mirada de Carballo y Saiz / roi rodríguez/e.p.

E.P.

La madera no es solo parte importante de la tradición gallega, sino un material de futuro en actividades como la construcción, donde cada vez tiene un mayor protagonismo aunque todavía con mucho margen para seguir creciendo. En este línea, el sector demanda que el 20% de las 1.800 viviendas públicas que prometió para los próximos años el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, deberían construirse en madera estructural.

Así lo indicó este martes el presidente de la Fundación Arume, José Carballo, durante la jornada ‘Piñeiros 23. 3º Encontro intersectorial do piñeiro de Galicia’, en el que participaron unas 300 personas en la Cidade da Cultura, en Santiago. Una edición que este año dio especial protagonismo a Euskadi, uno de los territorios del arco atlántico europeo que es referente en el manejo silvícola y en el aprovechamiento industrial del pino radiata. La Fundación Arume está impulsada desde el sector forestal gallego para fomentar el desarrollo del pino en la comunidad y todos los integrantes de la cadena están representados en ella.

Preguntado sobre el anuncio realizado por Rueda durante el debate del estado de la autonomía, donde dijo que promoverá que los edificios que construya la administración autonómica empleen un “porcentaje mínimo” (aún sin desvelar) de madera, Carballo –responsable a su vez de la Asociación Monte Industria–, advertido de que Galicia va “con mucho retraso respecto de cualquier país europeo”, donde andan, en el ámbito de la construcción en altura, en cuotas del 20-30%, según sus datos.

“Aquí estamos empezando”, advirtió, antes de señalar que Cataluña, Navarra y País Vasco van por delante. En la comunidad gallega, no obstante, las cuotas que se alcanzan son “simbólicas y eso gracias un poco a la promoción pública”.

“El objetivo que estamos pidiendo es una regulación que, por lo menos, exija este 20%, pero que, además, las viviendas de protección oficial que va a hacer la Xunta, que anunció el presidente, 1.800 viviendas en los próximos 3-5 años. Esa vivienda pública de protección oficial pedimos, exigimos, que el 20% se haga con madera estructural”, resaltó.

Por otra parte, la cita trató actuaciones impulsadas por la fundación para “traer a Galicia la mejor genética, esto es, una genética de cuarta generación que hay en otros países, con la tecnología que en Galicia no existía (...) para llevarla al territorio en el más breve plazo posible”. Con esa genética, explicó Carballo, se busca la “mejor madera para la industria que hay, producida en el más corto ciclo de vida y sobre todo más sana”, puesto que el cambio climático “está poniendo unos retos a todo el bosque europeo y al español en particular”.

Por su parte, el presidente de Baskegur, Federico Saiz, resaltó la importancia de “ser capaz de dar valor añadido al recurso” y tener una industria “potente”. Habló de una “gran oportunidad” con un “espacio por delante por recorrer” y “un reto”. “Tenemos cosas que mejorar pero tenemos un gran sector ya construido empezando por el monte y la industria, ahora tenemos un gran producto por delante, estamos hablando de esa construcción industrializada en madera”, subrayó.

Antes de estas declaraciones, el conselleiro do Medio Rural, José González, encargado de inaugurar las jornadas, reivindicó la apuesta por impulsar la madera como elemento estructural en la construcción, con “ideas innovadoras” como la que “garantizará, a partir de 2024, que un porcentaje mínimo de las nuevas edificaciones promovidas por la Xunta incorporen madera en su estructura”. El Gobierno gallego recuerda que ese dato se establecerá “próximamente”.

En la cita, en la que también participó el prestigiosdo arquitecto David Chipperfield, fundador y presidente de la Fundación RIA, se abordaron igualmente iniciativas como la del edificio de ocho plantas para vivienda social que se construye en Barcelona con producto gallego, con la participación del grupo Finsa.