Debate en Bruselas

El PSC presiona para que el catalán se use en el Parlamento Europeo mientras no sea oficial

El objetivo es lograr que, como mínimo y como ya pasó el pasado 19 de septiembre, no sea vetado por el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea

El líder del PSC, Salvador Illa, reunido con el comisario europeo de mercado interior, el francés Thierry Breton, este miércoles

El líder del PSC, Salvador Illa, reunido con el comisario europeo de mercado interior, el francés Thierry Breton, este miércoles / PSC

Sara González

¿Se aprobará que el catalán sea lengua oficial en la Unión Europea antes de la investidura de Pedro Sánchez? Con la fecha del debate del 24 de octubre señalada en rojo en el calendario, esta es una de las carpetas candentes pactada entre el PSOE y Junts con la que trabajan contrarreloj los socialistas en Bruselas. A sabiendas de la complejidad que implica obtener la unanimidad de todos los estados miembros, el objetivo es lograr que, como mínimo y como ya pasó el pasado 19 de septiembre, no sea vetado por el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea. Pero, por si el camino se tuerce o bien va para largo, los socialistas están centrando esfuerzos en otra vía paralela para que por lo menos sea posible el uso del catalán en los plenos en un plazo de tiempo más corto que en el que se suele aplicar cuando una lengua es declarada oficial.

Esta cuestión ha estado en el centro de la reunión que ha mantenido el líder del PSC, Salvador Illa, con el vicepresidente del Parlamento EuropeoMarc Angel, este miércoles en Bruselas. Coordinado con Pedro Sánchez en la negociación de la investidura, el jefe de la oposición en Catalunya busca exhibir -y encabezar- el compromiso de su grupo con el impulso del catalán en las instituciones que reclaman los independentistas siguiendo los pasos del Congreso de los Diputados y que Carles Puigdemont ha exigido cobrar "por adelantado".

El líder del PSC ha aprovechado su viaje a la capital europea para proyectar los esfuerzos de su partido con el catalán, pero también para fijar los límites de hasta dónde están dispuestos a llegar los socialistas: nada de referéndum ni de acuerdo de claridad por muchas fórmulas que planteen los asesores del 'president' Pere Aragonès, y sí a una "evolución coherente" de la apuesta por la desjudicialización, pero echando tierra de por medio con la propuesta de amnistía de Sumar. Una palabra, 'amnistía', que Illa, a diferencia de Sánchez, no ha pronunciado todavía.

Una mayoría simple nada fácil

Los socialistas están insistiendo para que la Mesa de la Eurocámara someta a votación antes de finales de año que, aunque no tenga aún la consideración de lengua oficial, los eurodiputados puedan utilizar el catalán en los debates parlamentarios. Se trata, de hecho, de reactivar uno de los pactos que alcanzó el PSOE con ERC en la mesa de diálogo hace poco más de un año. "Hemos insistido en que esa votación se haga pronto y la previsión es que sea en unos meses", aseguran fuentes socialistas, que defienden que esta vía prospere "a la vez" que se sigue trabajando por la oficialidad. Sin embargo, después de que la Mesa abordara ya preliminarmente el tema el pasado 11 de septiembre y pospusiera la votación, no hay aún fecha para que el asunto se incluya de nuevo en el orden del día.

El primer paso es ver qué pasa el día 24, puesto que obtener la oficialidad en igualdad de condiciones con las otras 24 lenguas es un rango superior al uso en los plenos con sistema de traducción. Pero los socialistas admiten que, en paralelo, se está trabajando en un escenario que ven más alcanzable y rápido de aplicar en el tiempo. No esconden, eso sí, que obtener una mayoría simple en la votación de la Mesa tampoco es tarea fácil. La presidenta, Roberta Metsola, forma parte del grupo de los populares y eso ya es, de por sí, un freno para que este melón se afronte con premura. Y de los 14 vicepresidentes, cinco son socialistas. Dan por descontado el apoyo de la representante del Grupo de los Verdes y el del Grupo de la Izquierda, pero falta un voto -necesitan 8 para ser mayoría- y el resto de vicepresidentes son populares, conservadores o liberales y se han posicionado, por ahora, en contra. Lo que buscan es que al menos uno de ellos se abstenga, suficiente para tener más 'síes' que 'noes'.

Pero no por difícil, aseguran, desistirán en su intento. De hecho, se trata de una vía que defienden que puede transitar en paralelo a la de la oficialidad porque esta puede tardar en aplicarse. En el caso del irlandés, la última que obtuvo este rango, fueron seis años. Con lo que consideran que, incluso en el caso de alcanzar la oficialidad, la situación transitoria hasta su total despliegue podría ser que el catalán se hable ya en las intervenciones en los plenos.

El cómo avanza la interlocución con los partidos independentistas para la investidura de Sánchez es el tema que más interés suscita entre los mandatarios europeos que se han citado con Illa, que también se ha reunido con el comisario de mercado interior, Thierry Breton. Es el séptimo dirigente de este nivel con el que ha interlocutado en los últimos dos años dentro de su agenda para que Catalunya "recupere" presencia en las instituciones europeas y con él ha abordado cuestiones como los fondos europeos y el impulso de la industria catalana encima de la mesa.

El Parlamento Europeo es un hervidero de dirigentes estos días porque entre el 9 y el 12 de octubre se está celebrando la Semana Europea de las Regiones y las Ciudades. De hecho, la maratoniana agenda de Illa ha incluido una reunión con el presidente del Comité de las Regiones, Vasco Cordeiro, con quien Aragonès no se ha reunido todavía. El líder del PSC se ha cruzado por sorpresa con el exministro del PP y eurodiputado José Manuel García-Margallo. "¿Qué, cómo lo lleváis?", le ha preguntado informalmente en referencia a los contactos para la investidura. "Trabajo discreto y oficio político", recetar Illa cada vez que se le pregunta por cómo avanza la interlocución.