La USC arranca de inmediato con cinco millones el proyecto de la futura Cidade da Saúde
Afecta fundamentalmente a Farmacia, Enfermaría y Medicina // El rector confía en la oportunidad de recibir fondos europeos
El ambicioso plan de infraestructuras a medio y largo plazo de la Universidade de Santiago (USC), que tiene como punto central y prioritario la denominada Cidade da Saúde, se pondrá en marcha de inmediato, en 2021, con la entrada de cinco millones de euros con los que cuenta la institución académica.
Lo anunció ayer el rector, Antonio López, al hacer balance del año a punto de acabar, quien estuvo acompañado del gerente y responsable COVID, Javier Ferreira.
El proyecto, que afecta principalmente a Farmacia –demolición del edificio, contaminado por hidrocarburos, que obliga a los estudiantes a estar refugiados en otras facultades–, Enfermaría –su sede está en mal estado– y Medicina –necesitada de una rehabilitación integral–, contempla otras infraestructuras como Maxisterio (traslado a Ciencias da Educación), rehabilitación de la Facultade de Xeografía e Historia y el paso de otra sede situada en el centro de Lugo al campus de la ciudad de la muralla.
Esos cinco millones de euros con los que partirá la USC se invertirán en la elaboración y redacción de proyectos constructivos, revisión de la envolvente de Medicina y la adecuación del salón de actos del edificio de San Francisco para adaptarlo a la docencia.
El dinero, que la Universidade tiene asegurado aunque no recibido, llega de 1 millón de euros de fondos de este ejercicio, “a punto de ingresar”, aseguró Ferreira, y otros 4, que le corresponden a la institución de enseñanza superior de una previsión extraordinaria de 10 millones.
El rector recordó que la Cidade da Saúde es un “proyecto transversal” que quiere integrar el sector de la biomedicina, estratégico también para la ciudad, a través de la docencia –en Santiago se imparten ocho títulos de grado del ámbito sanitario, de los que siete son exclusivos en Galicia–, la investigación –reiteró que en la USC se trabaja en tres proyectos de vacunas contra el COVID de los doce que hay en España– y el contacto directo con empresas –incubadora tecnológica y proyecto Sionlla Biotech–.
Preguntado por la financiación de la Cidade da Saúde, estimada en 84 millones de euros, Antonio López, después de manifestar que la máxima responsable será la comunidad autónoma, aseguró que espera que exista la “oportunidad” de contar con fondos europeos, como Feder 2021-2027 o los Next-Generation, destinados a afrontar las consecuencias económicas y sociales surgidas en Europa con la crisis del coronavirus.
Y recordó que las líneas maestras giran en torno a la agenda verde y digitalización, pero también a la salud, por lo que se podrían incluir perfectamente. Puso como ejemplo la construcción del edificio de Farmacia –integrado en Ciencias da Saúde–, que apostaría por la energía verde y edificios más sostenibles.
Además, el próximo año las tres universidades gallegas tienen que empezar a negociar el Plan de Financiamento, prorrogado este debido a la crisis del COVID.
En este sentido, manifestó su esperanza de que las tres universidades públicas estén de acuerdo en que el plan de infraestructuras quede fuera de esas negociaciones, precisamente por la singularidad de la de Santiago, con edificios históricos ubicados en el casco viejo de la ciudad, en comparación con la UVigo y la UDC, que cuentan con edificios modernos.
··· Los datos de matriculación de la USC son inmejorables. Ofertó para el curso 2020-2021 un total de 4.558 plazas en los primeros cursos y se matricularon solo tres menos, 4.555. El reparto es desigual en los dos campus. Mien-tras en el compostelano se disponía de 3.560 plazas y se cubrieron finalmente 3.712, en el lucense se ocuparon 843 de las 988 ofrecidas. Aún así, en este último hubo un incremento de casi el 40 % sobre al curso anterior. Aunque el rector reconoció que fue un curso especial, con más alumnos que aprobaron el Bachillerato y más que aprobaron la selectividad, espera que aumente en años venideros.
··· El gerente de la USC, Javier Ferreira, aseguró que la institución cinco veces centenaria sufrió una caída de ingresos debido al coronavirus el curso pasado de 7 millones de euros. Se dejaron de cobrar las residencias universitarias –es la segunda del Estado con mayor número de plazas–, el canon de las cafeterías y comedores y otros ingresos. “Los gastos fueron los mismos. El único ahorro fue de 400.000 en combustible”, aseguró. Y también él sacó pecho al decir que a pesar de todos los gastos extra, se pudo pagar la deuda que correspondían: 3.800.000 euros.
Santiago. Antonio López hizo balance del primer cuatrimestre de curso, pendiente de remate con los exámenes de enero, y sacó pecho al asegurar que la USC no tuvo que cerrar facultad ni aula alguna como consecuencia de la crisis del coronavirus. Su valoración fue muy positiva teniendo en cuenta el reto que supuso para todos el inicio, marcado por la pandemia.
Recordó la situación, “difícil”, y el esfuerzo que se hizo al verse obligados a adaptar en tiempo récord medidas de seguridad, ya que a finales de agosto se decidió que la separación interpersonal dentro de las clases tendría que ser de 1,5 metros y con la mascarilla obligatoria.
El rector aseguró que una de las metas que tenían era “garantizar la máxima presencialidad posible”, que se consiguió. De hecho, manifestó que la presencialidad fue completa en un 20 por ciento de las titulaciones. En las otras, se le dio prioridad a los alumnos de primer curso. “Los protocolos funcionaron bien y se demostró que los espacios de la USC son absolutamente seguros”, dijo, y recordó que la incidencia de la pandemia siempre fue menor que en la sociedad en general. Confesó que el pico máximo fue a finales de octubre, que coincidió con el cribado masivo que hizo la Consellería de Sanidade entre los alumnos de la USC, en el que estudiantes de Enfermería voluntarios hicieron un total de 14.000 pruebas, entre Santiago y Lugo. Los resultados revelaron que únicamente el 0,80 por ciento fueron positivos y que a partir de ahí la tendencia fue decreciendo hasta llegar a una incidencia acumulada muy por debajo de 50 en la actualidad. C.B.