{ POLÍTICAS DE BABEL }

Debate a (varias) voces

José Manuel Estévez-Saá

José Manuel Estévez-Saá

DESEABA SÁNCHEZ SEIS DEBATES con el líder de la oposición. No uno ni dos, sino seis. Se veía solvente ante las cámaras de los platós de televisión que estaba recorriendo; si bien ya se vislumbraba que el Presidente encajaba mal las críticas, como ocurrió en El Hormiguero y, sobre todo, en el programa de Ana Rosa Quintana (también en la radio, con Alsina). Puede que sea ése uno de los peligros de estar en el poder: que se aleja uno de la realidad, y se rodea de palmeros que lo encumbran hasta empujarlo al precipicio. Entretanto, Alberto Núñez Feijóo mantenía un perfil bajo, recorriéndose la geografía española, y ofreciendo mítines a pie de calle, aunque ya apuntaba maneras ante las cámaras, como se evidenció en su entrevista con Pablo Motos. Pedro Sánchez y sus asesores, con los que llevaba días encerrado, menospreciaron las tablas del gallego; quien, más allá de su trayectoria política, atesoraba años de gestión a sus espaldas.

Sólo faltaba saber si el candidato del PP tendría el temple para mantener el tipo ante el telegénico Sánchez. Y lo mantuvo; con una naturalizad y templanza que contrastaban con un rival nervioso e irritado, que perdió el relato y las formas. Al tiempo que Feijóo aprovechaba para hablar de microeconomía y de política territorial e internacional, Sánchez se empeñaba en señalar a Vox como arma arrojadiza ante un adversario que la ciudadanía sabía distinguir de la formación de Abascal; hasta el punto de anular a Vox en Galicia, y castigarlo en las urnas en comunidades en las que intentaron apretar al PP, como sucedió en Andalucía o en Madrid. Aun así, tras las elecciones de mayo, parece que los de Vox siguen sin tomar nota de las advertencias del electorado.

El día diecinueve tendrá lugar un nuevo debate, que se había planteado con el fin de escenificar futuros pactos entre el PSOE y Sumar, frente al PP y Vox. Feijóo rechaza participar, pues ese escenario no refleja la futura gobernabilidad en España, por no estar ni el PNV, ni Bildu y ERC en el lado izquierdo del tablero. Sánchez lo niega, pero tanto Otegi y Matute, como Rufián, tras verse excluidos del debate, ya han declarado que el Gobierno actual se ha mantenido gracias a ellos; y que su apoyo lo venderán más caro en el futuro. Y, claro, muchos ya imaginan cuán caros saldrán esos votos, pues no parecen conformarse con prebendas económicas, traslado de presos, indultos, rebajas de penas por malversación, e incluso con la reforma del delito de sedición. Hasta señalan que el referéndum en Cataluña (que no en España), está sobre la mesa, y también en el atril de Sumar. A partir de ahí, teniendo en cuenta, además, las duras pretensiones de Vox, y tras lo visto en el debate a 7 del jueves, ya podemos preguntarnos cómo quedará el orden constitucional, y la convivencia y la unidad del país tras el 23-J.