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El deporte eleva la autoestima

Jesús Baleato

Jesús Baleato

Una buena semana para disfrutar. La Selección Española vuelve por sus fueros, golea, juega y gusta y los más modestos contentos por el inicio de las competiciones en toda nuestra contorna. Es muy bonito ver los campos poblados todo el fin de semana, llenos de colorido, disputa y discusión para liberar las tensiones del verano. Me acordé de las vacaciones, ya se ven lejanas y justo ahora que el verano se acabó reivindico esas tertulias de futbol con amigos y familiares propias del comienzo de las ligas, con análisis, exposición de objetivos y metas a conseguir. Arrancan todos con la ilusión por bandera y el camino irá colocando a cada uno en su sitio.

El futbol se inventó para ver feliz a la gente, los practicantes, dirigentes y los consumidores a pie de campo y en el descanso del sillón lo disfrutan, este deporte es de todos esos. No es para tristes. Sirve para proyectar nuestras ilusiones. Somos conscientes de que nunca la tocaremos como las estrellas, pero nos queda la esperanza de disfrutarlo, con mucha intensidad y aunque sea de otra manera, tocando o sin tocarla.

El placer de disfrutarlo, ya sea practicando, observando, viendo, analizando y sometiendo a valoración no es sólo físico. Uno, cuando lo juega, puede salir reforzado pero el placer de hacerlo también es del que lo discute, del analista, del crítico y del consumidor.

Suelo comentar con jugadores noveles, con los que tienen la oportunidad de jugar en las distintas categorías que aprovechen su momento, son afortunados por esa elección, le ha tocado una oportunidad que otros no la van a tener y que darían mucho dinero por ella. Las categorías de Tercera, División de Honor y Nacional son una gozada. Son la élite de nuestro fútbol. Disponen de medios, campos y dedicación, incluso para labrarse un a bella profesión donde pueden ganar el dinero que se propongan.

Sentir amor por un deporte que da muchas cosas en la vida, no es solo físico, también es mental. Te da vida, alegría y salud. Es una píldora contra la tristeza, activadora de emoción, un apósito para las cosas tristes. Ayuda a encontrar un equilibrio en lo emocional, lo sensible y pasional

El placer en el deporte se puede considerar el conjunto de estas cosas que acabamos de mencionar, y es que por mucho que se sufra mientras hacemos los ejercicios y entrenamos, la sensación de placer, de haberlo logrado y de orgullo propio por habernos esforzado, supera con creces la negativa.

Ya sea en plan competitivo, en plan recreativo o por otras razones, siempre tenemos alguna justificación por la cual sentimos la necesidad de hacer ejercicio o por la que nos iniciamos en el mundo del deporte, y, si bien, muchos lo harán para adelgazar o verse mejor físicamente, que también vale. Las principales motivaciones para ejercitarnos son la competitividad, el placer, la diversión y la salud.

Esfuerzo, placer, diversión, sensación y salud. El deporte activo y el dialectico siempre ayudan a aumentar la autoestima, a hacerse notar y dejar constancia de su presencia.