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Los Matusalenes de la Casa Blanca

 El martes 5 de noviembre de 2024 se celebrarán las próximas elecciones presidenciales en EEUU. Quince días después, el abogado Joe Biden cumplirá 82 años. Hace cuatro se convirtió en el inquilino con mayor edad de la historia en ocupar la Casa Blanca. Si la candidatura demócrata que encabeza derrota de nuevo a la republicana, batiría su propio record de longevidad en el acceso al cargo.

En el caso contrario, el republicano Donald Trump volvería a instalarse en el despacho oval con 78 años de edad, igualando así la marca establecida por Biden tras los comicios de 2020. Gane aquél o triunfe éste, el país más poderoso del mundo será dirigido por personas octogenarias a lo largo del siguiente cuatrienio de mandato presidencial.

Con esta perspectiva, cada incidente que afecta a los candidatos es observado con lupa por los medios de comunicación. Desde los “lapsus” memorísticos hasta las confusiones con las guerras que asolan el entorno europeo, pasando por las caídas en la calle o los tropiezos en las escalerillas, cuando no se trata del olvido a la hora de saludar a un nieto. Para frenar el “edadismo”, los escritores de sus discursos se devanan los sesos intentando hallar bromas y paradojas que desvanezcan esa alerta permanente. Pero los historiales médicos conocidos de ambos personajes son objeto de minuciosos análisis, por lo que está en juego.

Lejos quedan los tiempos del presidente republicano Theodore Roosevelt que llegó al poder con solo 42 años de edad en 1901, tras el asesinato de su antecesor. El demócrata John Fitzgeral Kennedy tenía un año más que aquel primer Roosevelt cuando fue elegido para el puesto en 1961. Su magnicidio dio paso a unos jefes de Estado norteamericanos siempre más longevos. Lyndon B. Johnson contaba 55 años cuando juró su cargo a bordo del avión que trasladaba desde Texas a Washington D.C. el féretro de su predecesor.

Con edad parecida a la de Johnson, Richard Nixon superaba los 56 años el día que prestó juramento ante el Capitolio. Le sucedió Gerald Ford a los 61 años y Jimmy Carter a éste con 52. Continuó el republicano Ronald Reagan de 69 años y le siguió Georges H.W. Bush ya septuagenario. Bill Clinton rejuveneció la imagen presidencial con 46 años. Luego vinieron Georges W.Bush (hijo del antes citado) con 54 años, el líder del “Yes we can” Barack Obama a los 47 y Donald Trump cuyo mandato presidencial inició a los 71 años.

Según los últimos datos divulgados, la esperanza de vida para los nacidos en EEUU se sitúa en 77 años y seis meses de edad. Tanto Biden como Trump superarán ese umbral cuando el escrutinio electoral de noviembre sancione quién debe presidir los EEUU durante el próximo cuatrienio. Grandes potencias como China o Rusia también han sido regidas históricamente por personas que rozaban la senectud. Y siempre se ha dicho que uno de los ingredientes esenciales del “sueño americano” es que cualquier ciudadano con esa nacionalidad puede gobernar los destinos de EEUU desde la Casa Blanca. Con estos dos candidatos en liza, los jubilados de Florida tienen motivos justificados para alegrarse.