Cuenta atrás para la reapertura del emblemático restaurante El Asesino: “La intención es abrir en agosto”

La reforma integral del edificio que albergó el emblemático restaurante El Asesino sigue completando etapas, después de que la Xunta de Goberno acordase ayer conceder la licencia de obra para la construcción de cinco viviendas en la plantas altas del inmueble, situado en el número 3 de la praza da Universidade, en pleno casco histórico, justo enfrente de la Facultad de Historia y a escasos metros de la Praza de Abastos y de la Catedral.

El edificio fue adquirido en 2018 por el empresario Antonio Riveiro, después de llegar a un acuerdo con el Arzobispado de Santiago. El objetivo es reabrir, en la planta baja, el restaurante y acometer las nuevas viviendas en el primer y segundo piso. “La intención es poder reabrir el restaurante en el mes de agosto, o como muy tarde a finales del verano”, comenta Riveiro, antes de añadir que las obras de rehabilitación siempre se alargan en el tiempo más de lo previsto. “Hemos comprado el edificio totalmente vacío y está siendo una obra de gran envergadura”, apunta el actual propietario del histórico inmueble de la praza da Universidade.

Riveiro, que también reflotó el Casino, en la rúa do Vilar, afirma que aunque el restaurante no podrá mantener el nombre de El Asesino por una cuestión de derechos de la propiedad industrial, “el edificio y el negocio siempre estará ligado a la historia de este restaurante”, que abría sus puertas en 1873 en las proximidades de la estación de Cornes. En la década de los 70 del siglo XIX, los primeros propietarios, originarios de O Carballiño, eligieron esta ubicación para su primer proyecto en la capital gallega. Posteriormente, el atractivo del casco histórico los conquistó y eligieron el corazón de Mazarelos para abrir El Asesino. Su primera propietaria, Esperanza González, se lo cedió a su sobrina Isaura, y fue ahí cuando entró en escena la familia política de Isaura: los Neyra.

Maruja Neyra fue el alma del restaurante y así se le reconoció con la Medalla de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Santiago de Compostela. Ella escogía a los privilegiados que a diario y en fechas señaladas podían disfrutar del menú que preparaba en la lareira de piedra su hermana Lola. El final del restaurante fue menos bucólico. Traspasado en 2006, su final se cuenta en vaivenes de aperturas y cierres con algún conflicto judicial de por medio.

En cuanto a la puesta en marcha de las nuevas viviendas del edificio, Antonio Riveiro confía en que las obras estén terminadas antes de que acabe el año, y a partir de ahí se estudiará su uso, si bien no podrá dedicarse al negocio turístico, puesto que lo impide el Plan Especial del Casco Histórico.

Por otra parte, también durante la Xunta de Goberno celebrada ayer en el Pazo de Raxoi, se aprobó el expediente de contratación de las Obras de reurbanización da Praza de León, estableciéndose un tipo de licitación de 201.979,60 euros. “O obxectivo deste proxecto é redeseñar este espazo, situado no grupo de vivendas Cardenal Quiroga, en Pontepedriña, priorizando o seu uso lúdico e de estancia”, indicaron desde Raxoi.

La actuación, además de solucionar los problemas de comunicación y accesiblidad existentes, contempla la integración de una zona de juego, el rediseño de la pavimentación, la mejora de la accesibilidad y un ajardinamiento del entorno “seguindo os criterios de sostibilidade, e dando resposta a unha petición formulada pola asociación de veciños Sandra Prego”.

La intervención se centrará en ampliar la superficie pavimentada “creando ramplas de acceso e renovando o mobiliario urbano; e conservando as árbores de maior porte para que funcionen de barreira natural de protección visual e acústica contra a rúa de Restollal”. Contempla también una zona de juego en un área circular acotada, “cun pavimento interior de caucho de cores acordes aos novos xogos infantís”. “O resto do espazo quedará libre, para poder transitar, relacionarse, descansar, xogar ou andar en bicicleta”, apuntaron desde el Concello.

VALLE-INCLÁN, GARCÍA LORCA...

··· El Asesino abrió sus puertas en 1873 y fue siempre una referencia de la gastronomía compostelana, sobre todo, para la comunidad universitaria. El restaurante El Asesino, bautizado así por una escena que pasó a la historia, la de un trabajador del establecimiento corriendo, cuchillo en mano, detrás de un gallo que se escapó, pasó por varias manos desde que lo abrieron Bernardo García Valeiras y su esposa, Esperanza González Corral. Pero no cabe duda de que una de sus propietarias más reconocidas fue Maruja Neira, sobrina de la fundadora, quien durante años estuvo al frente de los fogones del restaurante. Por la sala de El Asesino pasaron, por ejemplo, Ramón María del Valle-Inclán, Federico García Lorca, Miguel de Unamuno o Antonio Machado, entre otras personalidades de relevancia nacional.