Raxoi advierte que se limitará a asfaltar si no hay acuerdo para la obra de Castrón Douro

Defiende que el nuevo proyecto no obliga a construir patines y reducirá la sensación de encajonamiento de los seis patios que se mantienen // Mejoras en la entrada a garajes

Mercedes Rosón, Gonzalo Muíños y Toño Ranedo, ayer, en la presentación del nuevo proyecto en Raxoi

Mercedes Rosón, Gonzalo Muíños y Toño Ranedo, ayer, en la presentación del nuevo proyecto en Raxoi / Concello de Santiago

El gobierno local de Santiago advirtió este miércoles de que, de no alcanzarse pronto un consenso sobre el proyecto de reurbanización de la rúa Castrón Douro, se procederá a una simple reposición del pavimento de los carriles para solucionar el problema de tráfico, que reduciría la inversión a 150.000 euros, dejando el plan integral que ahora se propone para más adelante, sin fijar una fecha determinada. Los concejales de Obras y Urbanismo presentaron de nuevo el proyecto, después de que quedase paralizado en la comisión asesora de Patrimonio de este martes. Gonzalo Muíños y Mercedes Rosón, responsables de sendos departamentos, anunciaron que el próximo lunes se reunirán de nuevo con los vecinos de Castrón Douro y Sar para explicarles con todos los detalles la propuesta.

Toño Ranedo, jefe de servicio del departamento de Vías y Obras de Raxoi, hizo referencia a las dificultades que han surgido para la ejecución del proyecto que se presentó en 2014 tras la aparición de una red troncal de telefonía que discurre entre Batalla de Clavijo y la Plaza de Galicia, puesto que no solo retrasaría la obra, ya que se dependería de la empresa que presta este servicio para ejecutar un nuevo trazado, sino que también la encarecería notablemente. 

La existencia de este prisma de telefonía a 55 centímetros de profundidad impide que se pueda rebajar la rasante de la calle, como se recogía en el primer proyecto, no obstante, en la propuesta actual se recogen “varias mejoras que garantizarán completamente la accesibilidad universal y además permitirán reducir la sensación de encajonamiento de los patios existentes”, dijo Ranedo.

Aseguró que solo seis edificios, los mismos que en la actualidad, quedarán unos centímetros por debajo de la rasante de la calle, aunque “en unas condiciones considerablemente mejores”, ya que se mejorarán los accesos a los garajes, se rebajarán los petos o muros separadores de la calzada en 40 centímetros y se construirán amplias aceras de 1,80 metros.

También aseguró que en el caso de rebajar la rasante como estaba previsto en la iniciativa inicial, habría que construir cinco patines que permitiesen la accesibilidad a seis inmuebles que actualmente están al nivel de la calle pero que con la actuación quedarían bastante altos. 

Por otro lado, ahora se resolverán problemas relacionados con el saneamiento de fecales y pluviales, ya que se producen colapsos los días de mucha lluvia; y se renovará la instalación eléctrica, los elementos de alumbrado público y las canalizaciones de abastecimiento de agua y gas. Asimismo, se ejecutará una canalización a lo largo de la calle que permita el soterramiento de la red de electricidad y se dotará la zona de contenedores subterráneos para el reciclaje de residuos.

Se prevén dos carriles de circulación, de tres metros de ancho cada uno, y para las pavimentaciones se emplearán los mismos materiales que en el primer tramo de Castrón Douro y Patio de Madres. No obstante, con respecto al proyecto inicial se contempla un cambio de material en el cruce con Curros Enríquez y Olvido: en vez de piedra se propone hormigón gris claro paras las aceras y hormigón negro semipulido en la calzada, con el objetivo de que soporte un tráfico diario y pesado, como los autobuses urbanos. Solo los patios de piedra de acceso a los edificios se construirán en piedra. 

Presupuesto

En cuanto a los costes, el nuevo proyecto contaría con una inversión de 625.268,90 euros + IVA, frente a los 860.000 que supondría la propuesta inicial, que con impuestos rozaría el millón de euros debido al incremento general de costes y al importe del cambio de la red de fibra telefónica, que ascendería a 150.000 euros. Gonzalo Muíños explicó que “non se trata dun problema de sobrecustos, que tamén, senón de que estaríamos falando dunha obra que se dilataría no tempo non sabemos canto, posto que dependeriamos de Telefónica para facer o cambio da rede”. 

“Este é un proxecto de cidade, co que non só se verán beneficiados os veciños de Castrón Douro, senón toda a cidadanía; e que ademáis garate unhas melloras considerables na accesibilidade”, añadió. Explicó que la previsión del gobierno local es licitar las obras después de las elecciones para que los trabajos puedan comenzar en junio, contemplando un plazo de ejecución de doce meses.

“Queremos sacalo adiante, pero se hai esa negativa teremos que facer unha actuación urxente de pavimentación que ascendería a 150.000 euros, mentres que outras actuacións como o saneamento ou a mellora dos patios quedarían para máis adiante”, advirtió el edil de Obras. 

Por su parte, Mercedes Rosón, concejala de Urbanismo, aclaró que en la comisión asesora de Patrimonio “non houbo ningún dictamen” sobre el proyecto, y simplemente “acordouse deixalo enriba da mesa e consultalo de novo coa veciñanza”.