Sólo quedan dos parcelas a la venta en A Sionlla y ya hay empresas que no logran suelo industrial

La Asociación del Tambre constata que varios proyectos están pendientes de la ampliación de dicho parque para poder instalarse

La falta de espacio se extiende también a zonas limítrofes como O Milladoiro y Sigüeiro

Naves en construcción en el parque empresarial de A Sionlla, donde apenas hay dos parcelas a la venta /jesús prieto

Naves en construcción en el parque empresarial de A Sionlla, donde apenas hay dos parcelas a la venta /jesús prieto / roi rodríguez

La actividad industrial, según un análisis del sindicato CCOO que publicó recientemente EL CORREO GALLEGO, apenas aporta el 5,63 % de la riqueza que se genera en Compostela y su área de influencia –en torno al 7 % si solo se considera la ciudad–, por lo que debería multiplicarse por cuatro para cumplir los retos fijados por Bruselas en el Horizonte 2020. Apostar por las fábricas y el empleo que generan es una obligación para la capital de Galicia si no quiere quedarse rezagada con respecto a otros puntos de la comunidad. Pero hay un problema importante. Falta suelo.

Tanto Santiago como sus localidades limítrofes apenas tienen disponibilidad de terreno en el mercado y encontrar ubicación empieza a ser misión imposible para las empresas que pretenden levantar nuevos proyectos. De hecho, algunos de ellos ya se quedaron en el tintero por problemas de emplazamiento. En los polígonos del Tambre o Costa Vella no hay espacio, ni tampoco en otros parques como los de O Milladoiro y Sigüeiro. Y en A Sionlla, cuya ampliación está en marcha, apenas quedan dos parcelas a la venta, tal y como revelan los datos de Xestión do Solo de Galicia, Xestur, mientras que otra decena se encuentran reservadas

“En A Sionlla quedan dos parcelas de unos 3.000 metros cada una”, constata también el gerente de la Asociación Área Empresarial do Tambre, José Manuel Beceiro, y el precio de dichos terrenos se eleva a más de 317.000 euros, alrededor de 105 euros el metro cuadrado. “Puede haber alguna nave en reventa o alguna parcela suelta, pero suelo industrial, como tal, no hay más”, resume Beceiro. En cuanto a la ampliación del polígono, confirma que la Consellería de Medio Ambiente, que es la que gestiona el suelo a través de Xestur, “ya tiene la zona prevista donde se va a hacer, que es el triángulo que delimita el futuro enlace orbital, con la AP-9 y con la AG-54”. Serán, en total, unos 400.000 metros cuadrados brutos, que “dependiendo de factores como la configuración de los viales se quedarán en unos 220.000 metros útiles”, concreta.

En todo caso, este nuevo espacio está aún en medio de toda la tramitación urbanística, por lo que no estará operativo para acoger a las primeras empresas antes de “un año o año y medio”, a pesar de que la nueva Ley de áreas empresariales de Galicia, publicada en el DOG a finales del año pasado, permite reducir los tiempos de tramitación y ejecución, al evitar redundancias y distorsiones en la emisión de los informes sectoriales, y simplificar la tramitación ambiental, sin menoscabo de las garantías que aportan dichos trámites.

Sobre la posibilidad de acoger nuevas iniciativas, Beceiro indica que en la asociación reciben llamadas de empresas para ver la posibilidad de obtener parcelas hasta de 20.000 metros cuadrados, “pero el problema es que no hay ni en Santiago, ni en la zona”. Estas compañías, “por lo que hablamos con ellas”, están esperando por si se concreta la ampliación de A Sionlla para poder instalarse ahí. “No se trata de grandes proyectos industriales, de estos que ocupan 300.000 metros cuadrados, aunque tampoco se si esos proyectos tienen cabida en Santiago, porque esas empresas necesitan ir a suelos más baratos, pero sí son iniciativas importantes”, zanjó.

El presidente del Club Financiero, Roberto Pereira, se refirió a finales de mayo en estas páginas al problema de las tarifas de los terrenos, reclamando “precios razonables”, mientras el responsable de Políticas Industriais de CCOO, Francisco Méndez, defendió “dejar de llenar los polígonos industriales de actividad comercial”.