El decálogo (de buenas prácticas para un turismo sostenible) desconocido

Una peregrina durmiendo en el suelo junto a un coche patrulla

Una peregrina durmiendo en el suelo junto a un coche patrulla / Antonio Hernández

Xosé Aldámiz

Hace apenas unas días que el Concello publicó su decálogo de buenas prácticas para los peregrinos. Su carteles de “Fráxil” en puntos selectos del recorrido y la oficina de turismo se plantearon como respuesta a los actos incívicos como pintadas y abuso del patrimonio o los ruidos y aglomeraciones de las que los vecinos se quejan. Dada su relevancia, la pregunta que queda en el aire es hasta qué punto ha calado esta iniciativa entre los visitantes y habitantes de rúa de San Pedro y los alrededores de la Praza de la Quintana, dos de las zonas más relevantes en el final do Camiño.

Ninguno de los peregrinos consultados ha tenido noticia de los consejos aportados por el Concello para los recién llegados. Ni siquiera trabajadores turísticos como la dependienta de Agasallos Stepany Torres o Kiara Fazoli de la agencia de rutas turísticas de Santiago Travel Galicia conocían esta iniciativa tan relevante para su sector.

Al tratar este tema, a la peregrina y publicista de 26 años María Jesús Saco González, se le preguntó qué medidas consideraría esenciales para que el Concello extendiese este decálogo. “Imagino que medios de comunicación y sancionar a la gente que no respeta. Al fin y al cabo es la única forma de que la gente entienda lo que se debe hacer”, indicó.

Igual deberían sacarlo más a nivel nacional, porque si ha salido a nivel de Galicia sólo…”, sugiere José Manuel Iglesias; “Repartir folletos”, propone Elizabeth Arau. Ambos conforman un grupo heteregeneo de caminantes de Zamora, Bilbao y Barcelona que lo completa José Luis Gutiérrez y Ángel Castro. Al hablar con este último, ofrece una solución distinta que se aleja de la promoción o la medida en cuestión. “Te lo voy a decir claro: Que la Policía haga su trabajo”, afirmó.

El cartel del decálogo /Antonio Hernández

Turistas tumbados en la Praza do Obradoiro / Antonio Hernández

A diferencia de los peregrinos y otros comerciantes, los encargados de hostales, hoteles y otros hospedajes son conscientes del decálogo, aunque no han tenido ningún comunicado oficial que se lo comunicase o les instase a anunciarlo entre sus inquilinos.

Javier Torreiro, director de 29 años del Hotel Rúa Villar, dijo sobre la posibilidad de comunicarle a sus clientes esta iniciativa: “Nosotros tenemos un público más mayor. Para lo que va objetivamente ese decálogo, nuestro público digamos que no. No obstante, si que tenemos intención de poner un poquito las medidas que se aprobaron ahora”, reconoció.

“No lo tenemos como protocolo porque el personal que me viene aquí, la clientela, la verdad es que es gente muy correcta”, comentó Eva González, subdirectora del Hotel Casa Troya. “A lo mejor deberían informar más directamente a todos los comercios o todos los servicios como el nuestro, que estamos delante de la clientela. Que vengan por aquí y nos expliquen un poquito que es lo que quieren hacer. Yo puedo conocer un poquito por las noticias, pero no tengo mucha más información”, añadió.

González también mencionó la presencia de patrullas policiales como medio de disuasión para bajar el índice de actos vandálicos en las calles. “Debería haber alguna pareja como hubo en la pandemia y como hubo, bueno, hace muchos años atrás, cuando había parejas de policías, sobretodo por zonas muy concurridas de gente. A lo mejor hacen igual trapalladas, pero siempre hace un poco más de respeto saber que hay una patrulla por ahí”.

Peregrinos tumbados en el suelo/Antonio Hernández

El cartel con la campaña de Raxoi de buenas prácticas para un turismo sostenible / Antonio Hernández

Loreto Rodríguez Rodríguez es una vendedora de 65 años ubicada desde hace mucho tiempo en la Praza de la Quintana, justo frente a la Catedral; pero ella tampoco estaba familiarizada con el decálogo. No obstante, aportó su punto de vista sobre la polémica. “Yo no tengo problemas con ninguno (de los peregrinos). De que duerman, por supuesto que no estoy de acuerdo; ni que coman y dejen por ahí la basura. Ahora que coman y que recojan su basura lo veo bien”, indicó.

“Lo que debían hacer es abrir la puerta principal y no haber tantas aglomeraciones por las otras puertas”, comentó Loreto refiriéndose al acceso de la Catedral. “Eso es lo que hace hacer cola, cola y cola. Antes estaba la puerta santa grande abierta. Entraban y salían y no había tanto barullo”, explicó.