Cuatro hábitos que casi nadie realiza, pero beneficiosos para la salud, que debemos adoptar sí o sí a partir de los 60 años

A partir de cierta edad, es crucial eliminar los elementos perjudiciales de nuestras vidas

Una pareja de la tercera edad.

Una pareja de la tercera edad. / Shutterstock

R. A. C.

A medida que envejecemos, mantener una buena salud se vuelve esencial, y algunos hábitos que pueden parecer inofensivos a primera vista pueden afectar negativamente nuestra calidad de vida. Es crucial asegurarse de ingerir suficiente proteína, ya que esta ayuda a mantener la masa muscular y la fuerza, especialmente en las personas mayores. Alimentos como huevos, salmón, carne magra de ternera, pollo o pavo son fuentes ricas en proteínas que deben incorporarse en la dieta diaria.

La hidratación es otro aspecto fundamental, ya que con la edad, la sensación de sed tiende a disminuir, lo que aumenta el riesgo de deshidratación. Beber suficiente agua es vital para mantener el cuerpo funcionando de manera óptima. Consumir entre dos y tres litros de agua al día es esencial para prevenir la deshidratación.

Comer a horas irregulares puede trastocar los ritmos de sueño y aumentar la probabilidad de ganar peso y desarrollar problemas de azúcar en la sangre, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de diabetes. Mantener una rutina de comidas regulares y evitar picar entre horas es fundamental para una buena salud.

La fibra es otro componente esencial que a menudo se pasa por alto. Una dieta rica en fibra ayuda a nutrir las bacterias beneficiosas del intestino, mejora la absorción de nutrientes, reduce la inflamación y puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo.

Incluir alimentos como legumbres, verduras de hojas verdes y pan integral en la dieta puede contribuir a una mejor salud en la edad madura. En resumen, mantener una alimentación equilibrada y hábitos saludables es esencial a medida que envejecemos para mantener una buena calidad de vida.