Por primera vez en mucho tiempo los palestinos tenían algo que celebrar y miles de personas tomaron las calles de forma improvisada tan pronto como supieron que el líder de Hamás aceptaba las condiciones.

Netanyahu ha anunciado que, aunque la proposición de Hamás esté lejos de cumplir las demandas de Israel, enviará una delegación a El Cairo para negociar el acuerdo. Pero los israelíes creen que son juegos de Hamás y que sólo tienen una posible respuesta: la ocupación de Rafah. En menos de 24 horas los palestinos pasaron del comienzo de evacuación de Rafah, a la celebración y, de nuevo, vuelta a la desesperación.