Tres estudiantes denuncian las condiciones inhabitables de su piso. Las paredes chorrean, los marcos de las ventanas están podridos de la humedad y por tener tienen de vez en cuando hasta ratones. Cuando lo alquilaron a principios de septiembre no estaba en tan malas condiciones. Cuando empezaron las lluvias empezaron a brotar los problemas. Hasta ahora nadie les da una solución.
La decisión de Sánchez
Todas las vidas del presidente en una década política al límite