Desde el pasado 26 de marzo, día en el que su produjo el atraco a la joyería Camilo Regueira, ubicada en rúa San Miguel dos Agros del casco histórico de Santiago, y el que los ladrones se llevaron un botín de más de 100.000 euros, han pasado tres semanas en las que la capital de Galicia ha vivido diferentes actos delictivos, que denotan una subida de criminalidad que corrobora el reciente balance anual de criminalidad elaborado por el Ministerio del Interior, que señala que las infracciones penales en Compostela subieron en 2023 un 4 % en comparación con el año anterior.

A tenor de los sucesos acontecidos desde el asalto a la joyería de la zona vieja a finales de marzo, entre los que ha habido robos con fuerza, persecuciones a lo kamikaze y hasta el incendio intencionado de varios vehículos de una empresa de alquiler por un cliente que también agredió a los empleados, puede que la tradicionalmente tranquila Compostela... ¿Haya dejado de serlo?