Es la unidad de procesamiento gráfico más pequeña y potente del mundo, un doble chip con números nunca vistos. Además, según NVIDIA, revolucionará la Inteligencia Artificial, impulsando modelos de lenguaje con billones de parámetros pero a un coste y consumo de energía hasta 25 veces menor que el anterior. La empresa norteamericana empezó fabricando tarjetas gráficas para videojuegos y ahora da un paso de gigante en la guerra de los microchips, que confronta a Estados Unidos con China, la superpotencia tecnológica. La grandiosidad de su presentación obliga a sus competidores a no minimizar tanta concentración de poder.