Obradoiro | Janis Timma Jugador del Monbus Obradoiro

“Esta ciudad vive el baloncesto con este equipo, es algo único”

El jugador letón tuvo en cuenta a la afición obradoirista como factor para firmar por el equipo y se deshace en elogios por el apoyo en cada partido

Janis Timma ha llegado a Santiago para ayudar al Obradoiro a salvarse

Janis Timma ha llegado a Santiago para ayudar al Obradoiro a salvarse / Antonio Hernández

Janis Timma (Krāslava, Letonia, 1992) ha llegado a Santiago como uno de los refuerzos que el equipo necesitaba para revertir la situación negativa que mantenía a los compostelanos en un bucle de derrotas. Pese a tener un comienzo irregular con el Obradoiro, Timma ya ha demostrado su mejor versión en el derbi y parece estar adaptado a Santiago y al juego que plantea Moncho Fernández. La experiencia del letón será clave para lo que resta de temporada y, sobre todo, para el partido de este domingo, a las 18.30 en el Multiusos Fontes do Sar, ante todo un equipo de Euroliga como es el Barcelona.

Ha jugado muy bien contra el Breogán. ¿Cómo ha vivido el partido?

Fue increíble. Ya antes del partido, toda la atmósfera dentro del pabellón, con los fans aquí apoyándonos desde antes del partido. Siempre me gusta jugar en este tipo de encuentros. Siempre me gusta jugar, pero es mejor hacerlo con un gran público que en un pabellón vacío. Pero el apoyo que tuvimos en el derbi fue increíble. Los fans estaban apoyando sin importar si estábamos a 20 o a 5, seguían apoyándonos y fue un gran sentimiento.

En el partido le vi muy comunicativo. ¿Sentía que debía de ser un líder en el derbi?

No diría que era el único líder. Diría que era el que quería que la bola siguiera en juego, porque ese es mi carácter. Odio perder y siempre intento hacerlo lo mejor que puedo y ayudar a los demás en la pista. Si puedo ayudar hablando con mis compañeros para hacer cambios, el dar un buen pase para que ellos comiencen a coger ritmo, lo haré porque al final del día tenemos que ganar. Así que eso es lo más importante.

También le vi hablando con Marek Blazevic en el partido, tratando de calmarlo. ¿Era algo necesario en este partido?

Por supuesto. Por ejemplo, a Janis Strelnieks nunca le diría que se calme porque para él es diferente. Tiene otra mentalidad, otra personalidad. Marek, en cambio, se calienta demasiado rápido. Por eso necesitas encontrar diferentes formas de comunicarte con cada jugador. Por ejemplo, algunos necesitan que les des una motivación extra cuando no están saliendo las cosas. Pero al final del día, lo único que queremos es ganar. Cuando estamos en un partido es como que hacemos todo para ganar. Cuando vamos al vestuario podemos comentar si hicimos esto o aquello. Pero en la pista estamos tratando de dar nuestras mejores versiones.

En este partido el obradoirismo fue clave...

Claro que sí. Como dije, definitivamente me gustó ese apoyo y aprecio que hubieran venido y nos respaldasen. Lo vi incluso después del partido. Casi una hora y media o dos horas después estaba en el vestuario, donde me estaban dando un masaje y fui el último en abandonarlo. Cuando salí, la gente estaba afuera y esperando mis fotos y mi firma, son ese tipo de cosas. En ese momento les dije a los chicos que me lo podrían haber hecho saber y que hubiese salido antes para que no se quedasen hasta las 12 de la noche a esperarme. Entonces sentí realmente ese aprecio. Es algo grandioso. Puedes ver que realmente viven el baloncesto con este equipo. Es importante también para ellos, es increíble.

Ahora viene el Barcelona. ¿Qué tienen que hacer para ganar a este tipo de equipos?

Creo que tenemos que jugar de la misma manera que lo hicimos en el último partido. El Barcelona es un gran equipo, con un gran nombre, buenos jugadores y también entrenadores. Vamos a necesitar también tener la suerte de nuestra parte. Porque si vamos a luchar y a dar todo lo que tenemos, entonces, esperamos que la suerte esté de nuestro lado para ganar esos balones o anotar esos tiros decisivos que puede tener cualquiera. Nosotros estamos decididos a ganar. Creo que si todas esas cosas se unen, es una buena oportunidad para hacerlo, especialmente en casa.

Sobre usted, ¿se siente adaptado a esta ciudad?

Sí, la semana pasada fue increíble, pero más allá de ello es un lugar donde puedes caminar por la calle y ver más cosas. Me gusta la ciudad, me gustan las personas y todos son amables, nadie muestra una mala cara y todo es positivo. Es fácil adaptarse a esta ciudad. Es lo mismo en el pabellón, trabajando con los entrenadores o con la gente de la oficina. Y como dije, también los aficionados. Todo es increíble. Me gusta eso.

¿Hay algo en la ciudad que diría que es lo que más le gusta?

La catedral. Es algo único. El casco viejo de la ciudad, hecha de piedra y con sus pequeñas calles es precioso y, además, está muy cuidado. Hay un par de restaurantes pequeños agradables y la ciudad se detiene en las cosas originales y tradicionales. Pero esa catedral es increíble. He estado dentro y, aunque he estado en muchas catedrales, nunca he visto algo así. Definitivamente, la parte central de la ciudad es ese casco antiguo. La atmósfera allí es algo único.

Y sobre el Obradoiro, ¿qué le sorprendió la más?

El clima (risas), porque justo ahora, después de entrenar, puedo escucharlo y tengo que salir a la calle. Con este clima pensaba que venía a un club de España y que iba a estar en un lugar cálido. Pero, por ejemplo, recuerdo que hoy vi que había un 5% de probabilidades de lluvia y está lloviendo muchísimo. Este tipo de cosas me sorprenden.

¿Por qué decidió venir?

Lo primero, fue el recordar cuando jugué contra el Obradoiro, cuando estaba en Vitoria. En aquel momento ya tenían una buena atmósfera todos los días, con la gente apoyando al equipo. Como dije, me encantaba jugar en ese tipo de clubs donde la gente ama apoyar al equipo. Así que esa fue el primer factor. Los otros motivos fueron la llegada de Strelnieks y el entrenador, porque ya me conocía desde hace mucho tiempo. Había una gran cantidad de motivos. Cuando empiezas a montar el puzzle y ves que las piezas se conectan, que la primera se conecta, luego la segunda y también la tercera... Ya ves el puzzle. No podría decir que fue una cosa en concreto lo que me hizo venir aquí. Había un montón de elementos que se conectaban entre si y fue una decisión fácil.

¿Cómo está siendo entrenar con Moncho?

Es bueno, interesante y del mismo modo es diferente. Todos los entrenadores tienen su propio estilo, su propia filosofía del baloncesto con su propia visión. No hay muchos entrenadores que entrenen de la misma manera. Es lo mismo que pasa con los cantantes. No todos cantan de la misma manera. Pero como dije, hay un montón de cosas que puedo recoger de ellos para aprender para usarlas en el futuro. La experiencia de cada jugador y de cada entrenador, tomando algo que te guste. No se trata de tomar todo de un solo entrenador, siempre hay cosas que puedes coger de uno y otro y conectarlas. Es definitivamente interesante, divertido y emocionante.

¿Qué le diría a los seguidores del Obradoiro por el apoyo que les dan en cada partido?

Son increíbles. Como dije antes, esto es más grande que el baloncesto para ellos, es algo que ellos viven. No es solo el apoyo común para ganar, ellos viven con este equipo el baloncesto. Esta ciudad vive el baloncesto con este equipo y esto es algo único, increíble y espero que lo mantengan por mucho tiempo.