Denuncian un acto de maltrato que acabó con la vida de un gato al recibir un balinazo en Noia

Su cuidador, Francisco Rey, asegura que otro felino también fue herido por un perdigón en una pata

La Guardia Civil abrió una investigación para poder identificar al autor

Radiografía del gato en la que se aprecia el balín

Radiografía del gato en la que se aprecia el balín / f. Rey

La tranquila vida en el barrio noiés de Argote se vio alterada en las últimas semanas tras unos ataques con balines, sin justificación alguna, a dos gatos. Uno de ellos, Morito, murió debido a que el proyectil, “probablemente disparado con un arma de aire comprimido, le atravesó la columna vertebral”, afirma su cuidador Francisco Rey. Los hechos ocurrieron el pasado 2 de septiembre por la mañana. Morito, que solía pasear por el barrio, no regresó a casa y después de varias horas fue localizado a las 18.00 horas en una finca colindante a la vivienda que frecuentaba todos los días “sin reaccionar a estímulos”.

Francisco lo llevó de urgencia a una clínica veterinaria, donde fue atendido por la profesional Sara Portela. Ésta aseguró que se encontraba en “estado semicomatoso” con “un dolor bastante severo y con una lesión incisa circular en la zona dorsal al húmero izquierdo”. Tras realizarle unas radiografias de tórax y abdomen “se visualiza, junto a la escápula derecha, un objeto de metal o plomo” y concluyó que es un perdigón o balín, el cual había atravesado la columna del gato.

Morito permaneció ingresado 17 horas y, ante el empeoramiento de los síntomas y el dolor, tuvo que ser sacrificado, ya que no tenía posibilidades de mejora o cura.

Su cuidador, Francisco Rey, ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil porque teme que “vuelva a suceder con el resto de animales que rondan la zona”. Y es que, asegura que “no es la primera vez, pues otro gato resultó herido tras recibir el impacto de un perdigón en una pata delantera”. Además, añade, “antes ya había desaparecido otro, que no sabemos que fue de él”.

La Benemérita ya abrió una investigación para encontrar al autor de estos actos de maltrato animal.

Francisco Rey asegura que hasta estas últimas semanas “nunca hubo ningún problema de este tipo en el barrio, y no tiene constancia de que las mascotas de otros vecinos hayan sido objeto de ataques similares. No obstante, señala que “el vecindario está intranquilo, ya que este hecho entraña peligro tanto para otros animales que pasean por la zona, como para niños y adultos, ya que es un barrio muy transitado por viandantes y corredores”.

Por ello, insta a cualquier persona “que haya podido ver algo o que sospeche de alguien, que se lo comunique a la Guardia Civil de Noia”.

Recuerda que Morito formaba parte de un grupo de seis gatos del barrio, “que son bien recibidos en la mayoría de las casas de los vecinos, que los alimentan, cuidan y miman”.