Los proyectos técnicos no siempre plasman la fecha de remate concreto de una obra, más allá de aventurar el tiempo previsto para acometerla. Pero en la página 11 de la memoria del Proyecto de construcción para humanizar Milladoiro del BOE consta de forma meridiana (y resaltada en negrita) su data estimada de puesta en servicio: “Año 2028”. El dato viene al caso del estudio de tráfico incorporado por los técnicos, que calculan que ese mismo año recorrerán cada carrril de la N-550 un total de “558” vehículos que se denominan pesados, si bien hay que recordar que en la travesía de la mayor urbe maiana ya se ha restringido su circulación.

La avenida Rosalía de Castro tras la remodelación que se acometerá MITMA

Así las cosas, el documento que se acaba de sacar a licitación aporta que la duración de la reconversión de vía de cuatro carriles a travesía de dos, con aceras anchas, mediana ajardinada y carril bici, será de “18 meses”, por lo que parece evidente que o bien no se pondrán manos a la obra hasta el año 2026-27 o bien la actuación se compartimentará en varias anualidades, por un importe estimado de 5.049.917,42 euros.

En el mismo documento se refieren también a la previsión del tráfico global por esta carretera, que creen superará “los 30.000 vehículos”, pero también que tienen decidida la alternativa (ya que una actuación de este calado implica disponer de una variante para no colapsar la circulación). Pues bien, en el proyecto aportan que existe “un recorrido alternativo claro”, que no es otro que el tramo de la autovía hasta Pardiñas y posterior enlace con la N-550 a través del corredor de As Galanas.

La avenida Rosalía de Castro en O Milladoiro MITMA

Sobre la comparativa entre el actual recorrido y la citada variante indican que “el tiempo de recorrido utilizando estas dos carreteras se incrementa de los 5 minutos que cuesta recorrer los 2 km de la travesia de Milladoiro, a los 7 minutos que son necesarios para realizar los 6,7 km que supone el itinerario alternativo”. Pero no aluden, sin embargo, a que la autovía AG-56 Santiago-Brión es autonómica, y cuenta con un peaje en sombra... que se abona a la concesionaria según el número de automóviles que la empleen. Y, de igual forma, el corredor también es de la Xunta, que sigue esperando a que se adecúe la rotonda de As Galanas (la actual se calificó en su día por Fomento como “temporal”), pero también que se habilite el desvío a Novo Milladoiro.