Aparecen flotando en el río Ulla unas 4.000 cajetillas de tabaco

Los tiempos del contrabando de tabaco, que se creían olvidados, al menos hasta que el pasado mes de marzo se localizaron una veintena de palés en una nave-almacén situada a escasos metros del Ulla, en Bamio (Vilagarcía), volvieron este sábado a la memoria de muchos. Y todo después de la aparición de varios miles de cajetillas de tabaco rubio flotando en el mismo río.

Al cierre de esta edición continuaba el recuento, pero se calcula que, quizás, la Guardia Civil y efectivos de emergencias desplazados al lugar en el que aparecieron, Pontecesures, sacaron del agua unos 400 cartones, a razón de diez cajetillas en cada uno. Todo el mundo cree que otros muchos cartones se fueron río abajo y, si nadie los encuentra antes –muchos vecinos se encargaron ayer de buscar por la orilla– acabarán pudriéndose.

Cajetillas de una marca tan poco conocida que ni siquiera en los estancos consultados sabían de su existencia. En cualquier caso, en algunos apuntan que este tabaco, etiquetado como “Red Line”, podría ser una vieja y ya desaparecida versión de las cajetillas de “Fortuna”.

Esto es lo que lleva a la Guardia Civil a trabajar sobre varias hipótesis diferentes; no solo en la posibilidad de que alguien intentara realizar una insólita operación de contrabando remontando el Ulla que acabó mal. La otra opción es que alguien tuviera almacenadas esas cajetillas desde hace muchos años y decidiera deshacerse de ellas, quizás arrojándolas al cauce fluvial.

Incluso se baraja la posibilidad de que la crecida del río y las inundaciones que ha provocado últimamente, arrastraran las cajas y cartones de tabaco desde el lugar en el que permanecía escondido.