La comarca se sale: suma el 40% de las granjas lácteas prémium gallegas con Deza, Xallas y Arzúa al frente

Galicia es la principal potencia láctea ibérica, aglutinando el 42 por ciento de la producción nacional. Cuenta con algo más de 6.000 granjas lecheras, y de ese total, la mitad (3.124) están catalogadas como de calidad diferenciada según parámetros objetivos que supervisa la Xunta. Pues bien: un total de 1.264 de estas explotaciones premiun se emplazan en alguno de los 58 concellos del área de influencia compostelana, lo que supone el 40% del total gallego. Y entre las localidades con mayor número está Lalín, con 132, seguida de Santa Comba (117), Arzúa (108) y Mazaricos (102).

De esta forma, el selecto club de las explotaciones lácteas gallegas de calidad diferenciada está integrado por las granjas que la propia Consellería de Medio Rural elige de oficio según criterios científicos. Así, la explotación tendrá que estar en posesión de la carta verde y, por tanto, no podrá ser objeto de retirada de calificación por tuberculosis (TR) o brucelosis (BR). Pero además, tendrá que disponer de un historial de cumplimiento acreditado de los siguientes parámetros de calidad en la leche: por un lado, las colonias de gérmenes a 30ºC (por ml) tendrán que ser menores o iguales a 50.000 (media geométrica móvil observada durante un período de dos meses); y, por otro, el contenido de células somáticas (también por ml) será menor o igual a 350.000.

Asimismo, no podrá haberse detectado en la leche durante los últimos seis meses –ni en muestras oficiales ni en muestras de autocontrol– residuos de antibióticos o de otros inhibidores del crecimiento bacteriano. Y está claro que estas características no las cumplen todas las empresas lácteas. 

Pero hay más, porque serán eliminadas del registro las ganaderías en las que, a partir de la información del resultado de las muestras oficiales o por otro procedimiento, se conozca que incumplen alguno de los parámetros establecidos (si bien se les da tres meses de plazo para solventar el incremento, ya sea de las células somáticas o gérmenes presentes en el producto).

Más por lo menudo, forman parte del catálogo de explotaciones lácteas gallegas de calidad diferenciada –actualizado hace apenas unas horas– tres granjas analizadas en Ames; otras 23 en A Baña; 18 en Boqueixón; 16 en Brión; 11 en Cabana de Bergantiños; 17 en Carballo; 15 en Coristanco; 33 en Dumbría; 85 en Frades; 11 en A Laracha; 8 en Lousame; 4 en Malpica; 31 en Melide; 27 en Muxía; 38 en Negreira; 35 en Ordes; 22 en Oroso; 5 en Outes; 21 en O Pino; 12 en Ponteceso; 15 en Rois; 64 en Tordoia; 31 en Touro; 56 en Trazo; 33 en Val do Dubra; 9 en Vedra; una en Melide; 29 en Vimianzo; y 33 en Zas. Por su parte, en las comarcas pontevedresas contabilizan 25 ganaderías premium estradenses, 50 de Silleda y 24 sitas en Vila de Cruces, aparte de las cuatro citadas al principio en el top y Santiago, donde constan once.

Destacar, en cuanto al análisis de datos y como anécdota, que el cuadro no menciona cada explotación láctea en concreto por su nombre, sino que incluye un código alfanumérico REGA donde se identifica y se ubica, recogiendo en una columna paralela la localidad donde está censada la persona titular de la explotación (motivo por el que granjas barcalesas o de Santa Comba, por ejemplo, aparecen señaladas en otros ayuntamientos en el excell). 

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TESTIMONIOS. La de Xallas es una de las comarcas gallegas que acumula un mayor número de granjas donde se produce leche del máximo nivel, con 219. Y de ese entorno –concretamente, del concello de Santa Comba– son dos jóvenes que han hecho de la cría y ordeño bovino un medio de vida que, aseguran, tiene futuro.

Así, Iván García, de la ganadería O Rubio, tiene 410 reses, 190 de ordeño y el resto de recría y vacas secas. Apuesta por el sector, pero tiene claro que “se non tes unha base previa, alguén que traballara antes ca ti, é difícil”. En su caso regenta una explotación familiar, fundada en 2002, que da empleo a cinco personas. “Eu sempre digo que neste sector somos uns chorimicas, porque nos queixamos seguido, pero é que a situación é dura polos prezos”, destaca. Concretamente, le pagan el litro a “entre 45 e 48 €, pero o ideal serían 55”.

Y no muy lejos trabaja María Ramos, de la SAT Os Agros. Concuerda en que el suyo es un gremio duro, “e hai que estar moi convencido para meterse”, pero enseguida concuerda en que “vale a pena”. Tiene cerca de 400 animales, y lleva en activo desde los 18 años. Además, está satisfecha con las ayudas a su sector.