El rianxeiro Pazo do Martelo y el consistorio de Ribeira renacen desde sus cimentaciones

¿Restauración o reconstrucción? El calado de las obras que se están llevando a cabo para rehabilitar el histórico Pazo de Martelo de Rianxo y la casa consistorial de Ribeira difumina la línea entre dichos conceptos. Ambas actuaciones son posibles gracias al espaldarazo financiero del denominado PIREP (Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos), con el que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana repartió 307 millones de euros de fondos europeos entre 381 entidades locales para la rehabilitación de edificios públicos de su titularidad.

Con cargo a ese plan, Rianxo recibió 978.709 € para rehabilitar el Pazo do Martelo. El Concello tuvo que completar el presupuesto, que asciende a 1.974.664 €. La piqueta solo dejó en pie las fachadas delantera y posterior y parte de la derecha.

A los rianxeiros les resulta doloroso el vaciado del histórico inmueble, que fue propiedad de Paio Gómez Chariño (1225-1295), almirante de las naos gallegas que intervinieron decisivamente en la conquista de Sevilla (1248) y que debe su nombre a sus últimos propietarios: Ramón Martelo y su padre, Evaristo Martelo Pauman (1860-1928), poeta que defendió la lengua gallega en su obra Os afillados do demo.

Pero lo cierto es que los trabajos fueron autorizados y están supervisados por Patrimonio y, en realidad, no se destruyó nada que la ley obligase a mantener, pues el interior del pazo era de hormigón y estaba seriamente deteriorado. La construcción fue adquirida por el Concello en 1973 y rehabilitada en 1983 por los arquitectos Rafael Baltar Tojo, José Bartolomé Argüelles y Carlos Almuiña Díaz para convertirla en sede de la actual biblioteca municipal. El pazo tenía últimamente graves problemas de humedad que provocaron daños en las fachadas históricas derivados de la sustitución del mortero tradicional de cal por cemento. Existían, además, problemas de carbonatación de armaduras en la fachada.

MÁS ALLÁ DE LA REHABILITACIÓN. La obra va más allá de una rehabilitación. El arquitecto municipal, Carlos Henrique Fernández-Coto, dice que, en efecto, se puede hablar de “reconstrucción del interior” del pazo, y explica que se trata de una obra a la altura de las que transformaron en su día el Teatro García Barbón de Vigo o el Museo de las Peregrinaciones de Santiago.

Por su parte, Ribeira recibió del PIREP 2.836.394 € para la ambiciosa rehabilitación del consistorio, que se convertirá en el primero ecoeficiente de Galicia. El Concello deberá completar con un préstamo solicitado por importe de 751.000 euros el presupuesto total, de 3,5 millones. Los trabajos han dejado ya el edificio con el esqueleto arquitectónico al aire.

Tendrá una renovada cubierta vegetal de 559 m², con paneles solares (289 m²) y un depósito de agua de 12 m² (un aljibe para la recogida de agua destinada a los aseos), así como una fachada de dos capas de vidrio en la que el aire fluye a través de la cavidad intermedia, actuando como aislante ante las temperaturas extremas, los vientos y los ruidos. La eficiencia energética se complementará con conductos de ventilación, rejillas en el suelo y el techo para ventilación natural y aislamiento térmico de corcho.

UN CARAMELO AMARGO. Sin embargo, el espaldarazo económico del PIREP fue un caramelo amargo para el Concello de Lalín, que vio aprobada una ayuda de 1.113.840 € para rehabilitar la planta baja de la plaza de abastos y crear un renovado espacio destinado a negocios de hostelería. La administración local iba a aportar otros 600.000 €, pero hace 15 días tuvo que renunciar a esa ayuda por la inviabilidad de los “ajustados plazos” del PIREP. Y es que el Concello señala que es “materialmente imposible” que la actuación se licite y se ejecute antes de septiembre, pues Patrimonio respondió hace dos semanas al informe del proyecto remitido en diciembre, estableciendo modificaciones “muy sustanciales”, según el Concello, que difícilmente se podrían cumplir en el tiempo que resta. Con todo, Lalín no renuncia a esa actuación e intentará financiarla con fondos Feder. 

El temporizador es también una amenaza para la actuación que el PIREP financia en O Son con 241.537 €: la rehabilitación de la Casa de Ríos (una vivienda de casi dos siglos que acogió una congregación religiosa) para convertirla en Casa da Xuventude, en la planta baja, y nuevo salón de plenos, en la superior. El Concello completará la financiación con el préstamo sin intereses de 500.000 € concedido por el Instituto Galego de Vivenda e Solo (al que había solicitado el importe total de la obra).

El quinto proyecto que propició el Milagro del PIREP en el cinturón santiagués es la restauración de la escuela de Cacheiras, para la que el Concello de Teo recibirá 407.773 €.