La familia del Obradoiro pidió al Apóstol que la ayude “a seguir el camino” de sus objetivos

El presidente del club, Raúl López, habló sobre la posible llegada de un interior y la renovación de Moncho Fernández // Se entregó una camiseta del equipo de ACB al deán de la catedral, José Fernández Lago

Los jugadores, cuerpo técnico del Obradoiro y los miembros de la directiva posaron junto al teniente de alcalde, Sindo Guinarte, en la Plaza del Obradoiro

Los jugadores, cuerpo técnico del Obradoiro y los miembros de la directiva posaron junto al teniente de alcalde, Sindo Guinarte, en la Plaza del Obradoiro / Antonio Hernández

Jugadores, cuerpo técnico y directiva del Monbus Obradoiro ofrecieron este martes una ofrenda al Apóstol en la catedral de Santiago de Compostela. José Fernández Lago, deán de la basílica compostelana, recibió al club, del que obtuvo una camiseta con su nombre.

La familia del Obra organizó el acto para que diera comienzo a las 12.50 horas, teniendo como punto de encuentro la Plaza del Obradoiro. El más madrugador fue Moncho Fernández, quien estuvo esperando a los demás miembros del club. Con la llegada del resto de integrantes de la entidad, se procedió a realizar la protocolaria foto de familia para, a continuación, acceder a la catedral.

Quien se quedó un momento rezagado del grupo fue Raúl López, presidente del Obradoiro, que accedió a atender a los medios de comunicación antes de su entrada a la catedral. El dirigente aseguró que le pediría al Apóstol que los ayude “a seguir el camino que tiene el equipo, a mejorarlo, si es posible, y que alcancemos los objetivos que todos queremos”.

Al ser preguntado por si esos objetivos están próximos, el presidente afirmaba: “No, cada día están más cerca o más lejos, depende de como vengan las cosas”. “Tenemos esperanza. Por lo que llevamos hecho hasta ahora creo que todo el mundo debe de estar contento, nosotros lo estamos. Todo es mejorable, por supuesto, y eso es lo que intentamos”, añadía.

Sobre si buscarán algo más al tener la permanencia tan cerca, Raúl López aseguró que “teniendo diez partidos ganados, pues hay bastante adelantado. Pasito a pasito y que podamos disfrutar de cada partido”.

El presidente también fue cuestionado en relación a la llegada de un refuerzo para posiciones interiores. “Esto de los refuerzos es un tema que puede tener dos caras. Aquellos equipos que se han reforzado, que prácticamente han cambiado su plantilla entera, y los ves, sin embargo, en el fondo. En eso hay que saber acertar, hay que tener la paciencia suficiente. Creo que la hemos tenido todos los años y este no va a ser menos. En cualquier momento, si aparece algo que encaje en el equipo, lo tendremos que hacer”, dijo.

También tuvo palabras para la afición, congratulándose de tener a tantos espectadores en el Multiusos: “Siempre los hemos tenido. En los momentos difíciles y en los momentos buenos. Eso no quiere decir que no aspiremos a que el pabellón se llene. Creo que, tal como está el equipo, esto merece que así se cumpla”.

Finalmente, fue preguntado por Moncho Fernández, quien termina contrato. “Aquí hay una trayectoria y yo no sabía que acaba contrato. Eso es un tema técnico, deportivo, y está encima de la mesa”, señalaba.

Concluyó su intervención sobre el tema de renovaciones indicando que “es un tema colegiado y, lógicamente, es como los jugadores. Hay un momento en el que te quieres quedar con algún jugador o entrenador, pero no te lo puedes quedar porque ha tenido una oferta de esas espectaculares, que no puedes rechazar”. Pese a ello, no mostró alarmismos ni “culebrones” en el caso Moncho.

El resto del acto se celebró en la Catedral, donde los jugadores atendieron a los actos religiosos y el presidente ofreció unas palabras en la ofrenda al Apóstol. El deán de la Catedral, José Fernández Lago, también tuvo palabras de aprecio hacia el club y enlazó las distintas nacionalidades de los jugadores con el rumbo del evangelio. Los jugadores vivieron el botafumeiro de primera mano, le entregaron una camiseta al deán con su nombre y procedieron a tener un pequeño tour por el Pórtico de la Gloria, tras rendir su homenaje.