El domingo ya llega el Mundial de ciclismo más extraño de la historia

“Bendito sea el problema que tiene Bélgica”, exclama Pascual Momparler, seleccionador español, desde Glasgow. Y es que lo de la selección belga para el Mundial de ciclismo en ruta, que se disputa este domingo, es una bendición, casi como si entrasen en el túnel del tiempo y se reencontrasen con Eddy Merckx, Lucien van Impe y Freddy Maertens, en los años 70 del siglo pasado; de un lado está Remco Evenepoel, que defiende el título del año pasado, y del otro, Wout van Aert. Lo único que coloca un interrogante a su actuación es que, siendo residentes flamencos, lo de amigos va por otro camino, y el pique entre los dos es tan grande que, si uno gana, el otro más que vencedor se sentirá un perdedor.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) tuvo una idea que convenció a algunos y levantó bastante críticas. Decidió que aglutinaría en una sola ciudad cada cuatro años a los campeonatos del mundo de todas las disciplinas: carretera, pista, bicicleta de montaña y BMX. Sólo dejó al margen al gravel, porque está de moda y promoción (y con Alejandro Valverde). Se correrá el 7 de octubre en Italia.

Es decir, en una semana se disputan 13 campeonatos del mundo, en ambos sexos, con más de 8.000 corredores, desde categoría júnior, desplazados a Escocia, pero con el problema de que el impacto mediático por la presencia de las grandes estrellas (Evenepoel, Van Aert, Tadej Pogacar, Mathieu van der Poel, Julian Alaphilippe, a la cabeza) oscurezca la gesta de todos los demás participantes, sobre todo los que quieren lucirse en el velódromo o con la bici de montaña y con demasiadas medallas en tan pocos días.

La sorpresa

“Nosotros trataremos de dar la sorpresa en la auténtica yincana que es el circuito urbano de Glasgow. Lo normal es que nos clasifiquemos del séptimo para adelante”, comenta Momparler. Se le recuerda que en 1999 nadie daba un duro en Verona por un ciclista llamado Óscar Freire. Todo el mundo preguntaba quién era y de dónde había salido. Tres veces fue campeón del mundo. Con España corren ciclistas como Ion Izagirre, ganador de una etapa en el Tour, y los representantes del Movistar, con Iván García Cortina y Alex Aranburu, a la cabeza. “El año que viene, en Zúrich, en un circuito duro y bueno para escaladores, será diferente porque podremos llevar a Carlos Rodríguez, Juan Ayuso, Enric Mas y Pello Bilbao”, que ya son palabras mayores.

Y es que el circuito escocés no da para más. “Para mí, Pogacar es el mejor corredor del mundo, pero creo que al circuito le falta dureza para que él pueda romper el Mundial. Lo lógico es que llegue un grupo de 30 o 40 ciclistas”.

Por Teledeporte y Eurosport

Se sale de Edimburgo, se hacen 120 de los 271 kilómetros programados de enlace, con una colina en medio, y se llega a Glasgow donde se darán 11 vueltas de 14,3 kilómetros entre calles, cuestecillas, pequeños descensos, curvas a la derecha, a la izquierda y, encima, con la amenaza de lluvia. “Con el sol y 14 grados, aunque se está fresquito, el tiempo es agradable, pero se anuncia agua para la fase decisiva de la carrera”, añade el seleccionador español. Y es allí, entre calles mojadas, donde entra el riesgo de la caída y el motivo de la renuncia de la mayoría de los ciclistas que van a la Vuelta (empieza el 26 de agosto en Barcelona). A la propia organización de la ronda española le disgustó que se disputase el Mundial antes. Los obligó a retrasar una semana la prueba y durante meses, hasta que Jonas Vingegaard confirmó su asistencia a la ronda española, se temió por una carrera como muchas bajas internacionales.

“Todo ha cambiado en este Mundial porque normalmente se acababa con la prueba en ruta profesional masculina, que ahora es la primera carrera que se organiza”. El Mundial finaliza el domingo 13 con la carrera de mujeres. Las pruebas podrán seguirse por Teledeporte y Eurosport. La llegada de este domingo está programada para las 17.20 horas. Sentados en el sofá no será necesario colocarse el chubasquero de los ciclistas.