Entrevista | Jaime Santos Jugador de la SD Compostela

“El equipo necesita una victoria importante, con sensaciones, que no sea solo el resultado”

Jaime Santos saltando al césped del Verónica Boquete durante el Compostela VS Ourense

Jaime Santos saltando al césped del Verónica Boquete durante el Compostela VS Ourense / Amadeo Rey

Jaime Santos (27/04/1995, Oviedo) fue la única incorporación invernal de la temporada pasada para la SD Compostela. El mediapunta asturiano no tardó en convertirse en una pieza de importancia para el equipo, anotando 5 goles en apenas 15 partidos, y esta campaña su polivalencia le está permitiendo ser un titular habitual.

Aunque has desarrollado la mayoría de tu carrera en España, tuviste aventuras en India y Bolivia. ¿Cómo se producen y cómo las valoras?

Mi primera experiencia en el extranjero fue en India. Coincide cuando yo tengo 24 años, estaba en un momento personal que necesitaba un cambio. Justo coincidió que fue un mercado complicado y que un entrenador español, un asturiano que entrenó al Celta B que se llama Alejandro Menéndez, me llama y me comenta la posibilidad de ir allí. Obviamente, cuando eres tan joven, un país como India, pues al principio eres un poco reticente, te echas para atrás. Pero bueno, me explicó el proyecto, había españoles en el equipo y parecía un club muy serio y me lancé a la experiencia. Al principio eran pocos meses y salió bien, estuve cómodo, entonces renové y esa fue la primera experiencia. Después vino el Covid y volví, y ya en España tenía dudas en cuanto a qué camino seguir, si en España o en el extranjero. Me sale una oportunidad en un mercado nuevo, un continente diferente que encima es otro proyecto que me llama la atención porque jugabas Copa Internacional y es un mercado que si sale bien pues puedes alargarlo muchos años. Estuve muy bien a nivel de rendimiento, pero un poco incómodo en cuanto a que yo tenía a mi exnovia en España, la distancia no la sabíamos llevar y tomé la decisión de volverme. Pero realmente las experiencias extranjeras fueron satisfactorias y sobre todo de crecimiento personal.

Antes, pese a ser natural de Oviedo, jugaste en el Sporting de Gijón, que es su máximo rival.

Sí, soy de Oviedo de toda la vida, pero con ocho años mis padres tomaron la decisión de llevarme al Sporting. Realmente nunca les pregunté por la decisión porque fue un sitio donde me hicieron sentir como en casa y estuve muy a gusto. Estuve 14 años y no tengo palabras malas hacia el Sporting, todo lo contrario. Yo era del Oviedo por las amistades del colegio y por todo. Pero cuando eres un niño, tus padres toman la decisión, lo mejor para ti. En ese momento no era como en la actualidad, que son clubes los dos muy buenos y están muy parejos, de aquella el Oviedo estaba pasando por un momento muy malo. Y bueno, mis padres tomaron la decisión y es lo que digo, cuando eres un crío lo único que piensas es en jugar, da igual con quién.

¿Cómo viviste esa rivalidad dada tu situación?

Hubo situaciones que yo las sufrí bastante, aunque no son todas para contar. Pero es cierto que ser de Oviedo y a su vez ir con los colores del Sporting y no ocultarlo... Seguramente haya gente viviendo en Gijón que sea del Oviedo y al revés, por mi parte es lo más normal del mundo y creo que hay que normalizarlo. En el fútbol hay veces que se nos va un poco la cabeza a la gente, pero bueno, yo creo que la rivalidad hay que tenerla, pero sana.

El año pasado, ¿qué te hizo escoger al Compostela?

Lo dije prácticamente el día que llegué, el Compos es un sitio que en Galicia tiene un valor y un nombre muy importante. Entonces, en el momento que te llaman, y teniendo en cuenta el momento que llevaba seis meses sin jugar, una oportunidad cerca de mi casa que también lo valoro mucho a día de hoy... Yo creo que acerté. Tengo unos compañeros increíbles y creo que es de las mejores decisiones que tomé en los últimos años.

¿Cómo fue la adaptación al club?

El tema de los compañeros es clave. Y el hecho de que el año anterior hubiera muchos gallegos en el equipo, era como que el Compostela es una gran familia. En ese sentido, suena a tópico, pero es una realidad, no tuve ningún problema de adaptación. Igual sí de ponerme a tono físicamente, pero la adaptación en cuanto a la gente fue muy bien.

Sólo esta temporada te hemos visto jugar de nueve, detrás de él, en banda... ¿Tú dónde te encuentras más cómodo?

Pues lo primero, jugando. Luego ya juegue donde juegue, me gusta. Donde podría estar más cómodo, donde creo que puedo explotar más mis condiciones, es jugando por dentro. Y me gusta jugar detrás del punta, incluso delantero. Estar cerca del área me gusta, me gusta dar el último pase, asociarme... Creo que el hecho de estar en el medio, gestionas mejor el tema de ordenar al equipo, entenderlo todo mejor tácticamente. Entonces, bueno, si pudiera elegir ya te digo, jugar, en cualquier posición de por dentro, pero cuando juegas el domingo eres feliz.

El año pasado, jugando casi siempre por dentro, hiciste bastantes goles. ¿Crees que los cambios de posición son el motivo por el que este año ves menos puerta?

Pues yo creo que no tiene nada que ver, porque el tema de los goles son rachas. Ahora mismo pues obviamente mis estadísticas no son las mejores, soy consciente de ello, pero creo que se puede aportar desde otras posiciones y tienes que hacer también otras cosas que no sean solo esas estadísticas, que son importantes obviamente, y es una forma de ayudar. Pero bueno, no me voy a obsesionar con eso. Yo creo que el año pasado coincidió que hubo una buena racha y ahora pues no está. Pero no creo que tenga nada que ver. Es una cosa del entrenador, táctica y nada más.

El empate de esta semana os hizo salir del play-off. ¿Cómo os encontráis anímicamente?

Realmente no le doy una gran importancia teniendo en cuenta que quedan nueve partidos. Se ven los resultados cada jornada, a cada equipo le cuesta un mundo ganar. De repente, el Deportivo Fabril pierde contra nosotros luego va a Zamora y gana... se están dando resultados de liga competitiva e igualada, los equipos se tienen que hacer fuertes de local. El equipo está mentalizado de que quedan nueve partidos muy importantes, que el objetivo está claro y hay que ir a por él. Veo al equipo en una posición idónea, depende de sí mismo, entonces a trabajar para meterse ahí y luego en el play-off ya es otro mundo.

En casa, como dices, el equipo está sacando buenos resultados, pero fuera es distinto. ¿Qué os falta lejos del Verónica Boquete?

Yo creo que hace falta una victoria importante, de buenas sensaciones. Una victoria que no sea solo el resultado, que el equipo se empiece a creer que se puede ganar y sumar tanto en casa como fuera y a partir de ahí todo será mejor. Pero no hay una fórmula clara, es evidente que hay que mejorar cosas, pero no creo que haya una tecla que tú la tocas y lo soluciona todo. Es algo que tenemos que cambiar y cuando ganemos así seguramente todo se vea desde otro ángulo.

Esta semana toca un Valladolid Promesas que llega en mala racha. ¿Qué partido esperáis?

Bueno, teniendo en cuenta que es un filial de un primer equipo en Segunda División que está peleando el ascenso, depende mucho de los futbolistas que tenga para la jornada, pero juegue quién juegue son un filial. Tienen su dinámica y su desparpajo, que no tienen nada que perder y su objetivo es estar en el primer equipo. Creo que va a ser un partido muy complicado y duro, pero que podemos ganar sin duda.

Este año la clasificación, especialmente en la lucha por el play-off, está muy igualada. ¿Quiénes crees que son los favoritos?

La verdad es que no me voy a mojar porque cada semana cambia todo. De repente uno gana dos partidos y pasa a cinco partidos sin ganar, es muy difícil. Está muy igualado y sólo espero que el Compostela sea el más difícil de todos los que estamos ahí.

Quedan nueve jornadas. ¿Cuántos puntos crees que harán falta? ¿Hay algún objetivo marcado?

Realmente no, de eso no se habla en el vestuario. Ahora hay que ganarle al Valladolid, vas semana a semana. Es una realidad que una semana estás dentro y otra fuera por un punto. Creo que hay que sumar los máximos posibles y seguramente cuando queden tres o cuatro partidos se harán cuentas, pero a día de hoy... Creo que es una locura pensar en ello. Te metes una presión que no necesitas y no te va a hacer bien. Necesitamos una comunión entre todos, que la gente que va al estadio y nosotros vayamos en la misma dirección. Sé que a veces los partidos no salen como queremos, pero si cada uno va por su cuenta no se va a conseguir.