El Villalbés incomoda a un Compostela que se quedó sin pólvora en A Magdalena

El encuentro terminó sin que el marcador se moviese para ninguno de los dos equipos

El Villalbés incomoda a un Compostela que se quedó sin pólvora en A Magdalena

El Villalbés incomoda a un Compostela que se quedó sin pólvora en A Magdalena / SD Compostela

ÁREA 11

La SD Compostela no fue capaz de pasar del empate sin goles a domicilio ante un necesitado Racing Club Villalbés en plena racha de resultados negativos y desperdicia una oportunidad muy buena de auparse a los puestos de play off en una jornada donde sus rivales directos tampoco consiguieron hacerse con el triunfo. El equipo de Michel Alonso nunca estuvo cómodo sobre el césped de A Magdalena y además de tener muy poco control sobre el juego tampoco logró apenas generar ocasiones de gol.

De salida el Racing Club Villalbés entró mejor al partido y además de tener más pelota y jugar más tiempo en campo rival generaría la primera ocasión clara muy rápida, antes de llegar al minuto tres cuando los locales consiguen llegar hasta las inmediaciones del área grande compostelana, donde el central santiagués comete el primer error grave por falta de contundencia y la pelota se le queda muerta a un Rares Mezdrea que con todo a favor y muy centrado frente al portero no es capaz de sacar un buen remate y estrella su disparo contra el muñeco saliendo la pelota rechazada a la esquina. Los Michel Alonso sufrían su primer susto casi sin haber comenzado a sudar.

Después el duelo se iría igualando bastante más y superado el cuarto de hora el once de Michel Alonso ya se había hecho con la posesión del cuero y el dominio territorial, pasando a jugar en campo contrario y sumando de manera regular acercamientos al área, donde si bien no llegaba con mucha claridad si lo hacía con asiduidad y de manera regular. Entonces el Racing Club Villalbés comenzó a pasar por serios apuros, pues se veía obligado todo el rato a defenderse y apenas lograba coger aire y descansar ya que la pelota no le duraba lo más mínimo y tampoco era capaz de cazar algún contra golpe para al menos conseguir que los compostelanos no se volcaran con tanto entusiasmo ni cada vez más, con tantos efectivos.

Pero el Compos no lograba tener ninguna oportunidad y en el 26´ el local Álex Pérez gana la banda izquierda y su centro al área lo remata a las nubes José Varela desde muy buena posición. Los locales volvían a perdonar y eso lo podían muy caro, pues de hecho uno más tarde Carlos Torrado también la cuelga desde la derecha y un incisivo Rares Mezdrea no llega por milímetros en boca de gol. A partir de aquí el juego se volvió a igualar de nuevo y una vez más la siguiente ocasión reseñable sería para el Racing, cuando en el 32´ Rares Mezdrea la roba en la esquina izquierda del área grande y tras orientarse para el disparo con la diestra suelta un buen chut que el portero visitante rechaza a la esquina mostrándose muy seguro pero no sin ciertos apuros.

De ahí al final casi nada cambió pero por fin en el 40´ el Compos tuvo la suya, cuando Roger Escoruela gana la banda izquierda y cede para un Jaime Santos que se la pone a la llegada de Hugo Matos, pero su remate cruzado enganchado al palo largo lo saca un portero local que se lanza bien y evita el gol.

En el reinicio la igualdad volvió a ser la tónica, aunque en el 5´ el Compos se acercó con peligro con un balón que ganó la espalda a la zaga, pero Jaime Santos no la puso bien a la cocina y la defensa despejó. Un minuto más tarde el Compos volvía a la carga por la misma banda y de nuevo David Soto no conseguía poner un buen centro y todo quedaba en nada. Con todo y pese a verse más exigidos, los lucenses no tardarían en dar respuesta y al filo del minuto diez Álex Pérez consiguió finalizar desde dentro del área, pero con un chut muy centrado y fácil para el portero.

Ante tal panorama tanto el técnico local Simón Lamas como el visitante Michel Alonso comenzaron a mover sus banquillos, especialmente de manera generosa el visitante, pero una vez más y como ya había sucedido anteriormente el juego no se desniveló a favor de ninguno y a grandes rasgos todo seguiría igual. Incluso con el avanzar del reloj, con un césped cada vez más pesado y complicado para que la pelota rodara con soltura, las ocasiones comenzaron a escasear hasta desaparecer por completo. Y es que llegados a este punto del encuentro ambos comenzaron a pensar que el empate y el punto sumado no era tan malo y que mejor era eso que perderlo todo. Así los dos onces lo fiaron todo a una genialidad individual, a un error del contrario o alguna jugada de estrategia a pelota parada, pero nada de eso sucedió y al final el marcador no se movería.