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El repunte de la actividad en las ciudades reduce en 600 los bajos vacíos en Galicia desde enero

El circuito de comercialización ofrece 6.350 locales comerciales disponibles, frente a los 6.950 de principios de año, según señala Fegein

En los concellos pequeños y del interior, por el contrario, siguen los cierres

Un bajo comercial en Santiago que se prepara para volver a acoger un negocio

Un bajo comercial en Santiago que se prepara para volver a acoger un negocio / jesús prieto

El desplazamiento del comercio de bienes y servicios desde el entorno físico al digital está provocando en los últimos años que cada vez sean menos necesarios los locales para el desarrollo de las distintas actividades económicas. Una realidad, que unida a las modificaciones de ahorro energético exigidas por el Gobierno o el incremento de la factura de la luz, entre otros factores, provocó en el periodo que va de septiembre del año pasado a febrero un aumento de los bajos vacíos.

Sin embargo, el descenso de la electricidad y las buenas perspectivas para el período estival están frenando los cierres e incluso, en las grandes ciudades gallegas, afloran nuevas aperturas y reaperturas que traen como resultado que la comunidad cuente hoy con 600 bajos vacíos menos que a principios de año, como indican los datos recopilados para EL CORREO GALLEGO por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). No obstante, la oferta sigue siendo alta, por lo que los precios no registraron grandes repuntes sino que siguen estables.

En el mes de julio hay 6.350 locales comerciales vacíos en el circuito de comercialización en arrendamiento frente a los casi siete mil –6.950– que había a principios de año, señala la entidad que preside Benito Iglesias. Con todo, la tendencia no es la misma en las grandes ciudades que en las localidades más pequeñas (menos de 5.000 habitantes) y del interior, donde continúa detectándose el cierre de negocios. Ourense es la única provincia y ciudad de Galicia donde aumentan más los locales vacíos y donde también disminuye el precio de los mismos, conjuntamente con Ferrol.

Dos velocidades

El local, situado en República del Salvador, está en obras y los trabajos concluirán a finales de este mes / |  V. ÁLVAREZ

El histórico Zum Zum del Ensanche de Santiago reabre en agosto reconvertido en pizzería / JACOBO TÁBOAS

Los datos de Fegein constatan una vez más “una Galicia de dos velocidades”, pues unas áreas aglutinan el 80% de la oferta y demanda – que prácticamente se desarrolla en 40 ayuntamientos sobre un total de 313–, mientras que en el resto del territorio la actividad es “marginal” y se deriva al núcleo más céntrico de los municipios más poblados, que únicamente representan el 20% de la demanda, lo cual evidencia la despoblación y el envejecimiento de los municipios de menos de 5.000 habitantes y su escaso poder de atracción de nuevas actividades y de fijación de población. Desde Fegein destacan que las fusiones de entidades bancarias y la pérdida de sucursales, sobre todo en los ayuntamientos demográficamente más débiles, especialmente los de menos de 3.000 habitantes, está afectando de lleno a su dinamismo.

En cuanto a los precios, todas las áreas y ciudades apuntan a un estancamiento e incluso en algunas zonas perimetrales de las siete grandes urbes y municipios medianos empiezan a descender levemente. Vigo y A Coruña, son las dos localidades donde más caro es el alquiler de locales comerciales, especialmente ocio, hostelería y restauración.

Actualmente la oferta existente en el canal de comercialización, en el conjunto de las cuatro provincias, “es totalmente suficiente para atender la demanda”. No obstante, desde la Federación aprecian de nuevo una atomización de la demanda en las áreas de influencia de las 7 principales ciudades de Galicia, siendo mucho más reducida o marginal en el resto de ayuntamientos.

La hostelería, restauración, textil y actividades de alimentación son las que aglutinan la mayoría de las operaciones de locales, siendo las calles más céntricas, conjuntamente con los centros comerciales, los predilectos para los demandantes de actividades económicas de ropa, bisutería, calzados y complementos.

También es “significativo”, apunta el estudio, que aquellas calles más céntricas de las principales ciudades estén prácticamente tomadas por las grandes marcas y franquicias, con lo que el comercio local de toda la vida queda desplazado a las calles semicéntricas o periferia, al ser inasumibles los precios de arrendamientos de los locales en los núcleos céntricos de las principales ciudades.

El repunte de la actividad en las ciudades reduce en 600 los bajos vacíos en Galicia desde enero

Benito Iglesias, presidente de FEGEIN / roi rodrígez

Mejor alquilado que vacío

“La propiedad de un local comercial representa unos gastos medios anuales de 3.000 euros”, calcula Fegein, al tener que hacer frente a gastos como comunidad, IBI, mantenimiento de los servicios de agua o luz. Con lo cual, aconsejan a los propietarios que es mejor el tener un arrendamiento acorde al precio de mercado, que tener un local vacío “que solo origina gastos y deterioro”. En esta línea, plantean a las administraciones líneas de apoyo fiscales a arrendadores y arrendatarios en ayuntamientos de interior de menos de 5.000 habitantes al constatar la gran dificultad de dinamizar una oferta estática y una pérdida del valor patrimonial considerable.

Por último, al igual que en el mercado de la vivienda, la organización que preside Benito Iglesias confirma que un alto porcentaje de municipios gallegos están “quedando anclados” en áreas cada vez más deshabitadas y carentes de ningún atractivo a la hora de invertir por nuevos emprendedores y donde el relevo generacional es mínimo al finalizar la actividad económica en curso con la jubilación o cierre de sus propietarios. Quedando así cada vez más bajos vacíos que no se vuelven a alquilar y que son cada vez más en el rural. Una circunstancia, recalcan, agravada por el cierre masivo de oficinas bancarias.

En resumen, el estudio presenta una Galicia urbana que se desarrolla de una forma positiva en Vigo, A Coruña y Santiago. Una segunda línea de desarrollo que se da en las áreas de influencia de Ferrol, Lugo y Pontevedra. Un área de Ourense “estancada y en declive”, y decenas de concellos de interior de menos de 3.000 habitantes que quedan con un mínimo básico de actividades económicas y una demanda de locales prácticamente inexistentes a pesar de  reducir sus precios.

“Luz, carburantes, impuestos, costes laborales y gastos en alquiler son la espada de Damocles que pende sobre la casi totalidad de las pequeñas actividades económicas ubicadas en locales y bajos comerciales”, analiza Benito Iglesias. Por ello, valora, “los propietarios deben comprender que si no se abarata el precio de los locales vacíos existentes, ante una oferta abundante como la actual, aumenta las posibilidades de que ese local o bajo quede vacío”.

Finalmente, el presidente de Fegein reclama que se derogue la actual Ley de Vivienda estatal y se impulse una Ley de seguridad jurídica en el urbanismo. “Es imprescindible y confío en que el próximo Ejecutivo así lo haga”.