Tal día como hoy, un 14 de marzo, vivimos algo insólito, el primer día del Estado de Alarma por la pandemia de Covid. Han pasado cuatro años y nadie olvida el miedo, el dolor y, sobre todo, la impotencia y el desconcierto al vernos encerrados en casa. Se llegó a cuestionar el recorte de libertades en Europa y en todo el mundo.Ayer, Pedro Sánchez confesó que aquella comparecencia en la que anunció el confinamiento fue la más dura que ha tenido que afrontar.

Llevábamos días esquivando a un enemigo invisible, haciendo lo que nunca habíamos hecho. El 14 de marzo de hace cuatro años no podíamos creer lo que veíamos. El heroísmo consistía en quedarse en casa. En trabajar desde el salón y hacer malabares con los niños. En la obsesión por la limpieza. En soportar lo insoportable. Familias enteras destrozadas por esta enfermedad y tres meses soñando con las vacunas que llegaron en tiempo récord.