Sumar y Podemos, más predispuestos para el pacto en Galicia que en Madrid

Las presiones de la fuerza morada por mantener el Ministerio de Igualdad en el nuevo Gobierno pueden traer consecuencias de cara a los comicios autonómicos, pero la dinámica en la comunidad es autónoma y deriva de la ascendencia de Yolanda Díaz sobre el conjunto de este espacio político

Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, en un acto de campaña de las últimas elecciones gallegas. Detrás aplauden Martiño Noriega y Antón Gómez-Reino

Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, en un acto de campaña de las últimas elecciones gallegas. Detrás aplauden Martiño Noriega y Antón Gómez-Reino / Ricardo Grobas

La posición de Podemos con respecto a la formación del Consejo de Ministros del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, solicitando la permanencia de Irene Montero al frente de Igualdad, está tensando –todavía más– las relaciones entre las formaciones que lideran Yolanda Díaz e Ione Belarra, cuando en el horizonte se presenta ya un nuevo ciclo electoral con los comicios autonómicos en Galicia y País Vasco, además de los europeos.

En el caso gallego, el espacio político que ocupan estas fuerzas parte además con una doble desventaja. Por un lado, es extraparlamentario al no haber logrado representación en el Pazo do Hórreo hace tres años con la candidatura que encabezaba Antón Gómez-Reino. Y por otro, cuando restan como mucho siete meses para la cita con las urnas, no se sabe todavía si Podemos, e incluso Anova, finalmente se integrarán en la candidatura de Sumar. Tampoco, quién será la persona designada para liderar esa lista.

Fuentes de la formación de la vicepresidenta del Gobierno en funciones apuntan que el entendimiento en Galicia entre ambas formaciones es mayor que a nivel estatal, gracias –en gran medida– a la ascendencia que Yolanda Díaz ha logrado cosechar a lo largo de los años sobre el conjunto del espacio. Al fin y al cabo, la vicepresidenta en funciones es la única de las principales figuras de las extintas AGE y En Marea que continúa ocupando un cargo de representación, en su caso además, del más alto nivel.

Y es que a pesar de las animadversiones causadas por las divisiones internas que provocaron la fractura en el pasado de AGE y En Marea, y que quebraron la confianza ciudadana en una opción política que llegó a ser segunda fuerza en la comunidad, desde Sumar consideran que la percepción que causa Yolanda en la sociedad gallega es positiva, incluso entre votantes de otras formaciones como BNGy PSdeG. En buena parte, gracias a medidas como la reforma laboral o la subida del SMI que ella capitaneó a través del diálogo social con patronal y sindicatos desde el Ministerio de Trabajo.

Ejemplo de ello, creen desde la formación, es el resultado cosechado en la comunidad en las pasadas elecciones generales. En las que a pesar de la precipitación en la conformación de las listas y los malos vaticinios de las empresas demoscópicas, la coalición logró revalidar sus dos diputados en Cortes por A Coruña y Pontevedra, con un número mayor de apoyos al obtenido por los nacionalistas del Bloque.

Por todo ello, existe optimismo acerca de la posibilidad de alcanzar un acuerdo que permita que Podemos se integre en la candidatura de Sumar en las próximas elecciones autonómicas. Sin embargo, las mismas fuentes reconocen que es todavía prematuro aventurar el alcance ya que reconocen, previamente, que hay que ver como pueden afectar las negociaciones para la formación del Gobierno estatal. Un punto sobre el que recuerdan que no únicamente pesa la posición de los de Díaz, si no del conjunto del Ejecutivo de coalición que lideran los socialistas.

El secretario general de Podemos en Galicia, Borja San Ramón, confirmó a este periódico que las negociaciones con el objetivo de conformar una lista conjunta para las próximas autonómicas están ya en marcha y no las restringe únicamente a Sumar, ya que como apunta, su formación siempre fue partidaria de “un proceso de acumulación de fuerzas” que permita al espacio llegar con mayor músculo a la cita electoral.

Aunque el líder morado, no relaciona el positivo devenir de las negociaciones en la comunidad con lo que la conformación del nuevo Gobierno en Madrid, sí señala que “para llegar a un acuerdo en Galicia se tiene que dar un proceso que no repita los errores que hubo en las generales”, donde el adelanto electoral llevó a cerrar de manera apresurada cuestiones que, en opinión de San Ramón, deberían de contar con una mayor maduración, en un proceso en el que la militancia de las diferentes fuerzas no tuvo el poder de mostrar su opinión. Errores, que en esta ocasión deben ser subsanados, para alcanzar un acuerdo que sus bases tendrán que ratificar.

Sin embargo, el tiempo corre en contra y por ello desde Podemos Galicia consideran que es el momento de intensificar las conversaciones y propiciar un pacto lo más amplio posible que permita al espacio proyectarse como una ‘pata’ más de un gobierno alternativo al del PPdeG. Sobre todo, cuando tanto BNG como PSdeG tienen ya su maquinaria electoral en funcionamiento y unos candidatos como Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro claramente definidos –aunque oficialmente la portavoz nacional del BNG lo será desde el próximo sábado–.

Si bien, a pesar de la intención de sellar un pacto con el resto de fuerzas del espacio por parte de la dirección de Podemos en Galicia, en caso de que la cúpula madrileña del partido ejecute, finalmente, sus advertencias y rompa con Sumar en el Congreso si Montero no es ministra, pasando sus cinco diputados a negociar directamente con el PSOE, cosechar un pacto de cara a las autonómicas se convertirá en una tarea prácticamente quimérica y, sobre todo, difícil de explicar cuando los gallegos ya han castigado en las urnas al espacio por sus problemas internos en el pasado. 

"Lo que ocurra con el Consejo de Ministros se trasladará aquí, pero solo reforzará la opción de la formación de Díaz"

La profesora de Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad de Santiago de Compostela Paloma Castro considera que no hay duda de que “lo que ocurra en Madrid –con las negociaciones para la conformación del nuevo Consejo de Ministros– se trasladará a Galicia, pero solo reforzará la opción de Sumar”.

Si la situación se enroca y la cúpula de Podemos en Madrid decide romper definitivamente con Sumar, se imposibilitaría o en el mejor de los casos dificultaría en gran medida el alcance de un acuerdo entre ambas formaciones para concurrir en las autonómicas con una candidatura unitaria. Entonces, la formación morada tendría la oportunidad presentándose en solitario de “marcar diferencias con Sumar en un sitio donde no se juega nada”. No obstante, esto complicaría aún más una mayoría alternativa al PPdeG en la Xunta, y “supondría el fin de Podemos en Galicia”, según Paloma Castro.

En opinión de la politóloga, la formación de la vicepresidenta del Gobierno en funciones cuenta en la comunidad con dos ventajas estratégicas que explican su posición de fuerza sobre Podemos de cara a unas posibles negociaciones, más allá del buen resultado en las generales del pasado 23-J: “Por un lado, tiene un liderazgo indiscutible, Díaz, y, por otro lado, el poder de los gallegos en Madrid es claro y se revela también en el papel de Marta Lois, cada vez más consolidada. Podemos no tiene ni liderazgo en Galicia, ni liderazgo gallego en Madrid; es una batalla desigual”, explica.

Castro destaca el papel de los liderazgos en el juego político –”de nada sirve el consenso sin liderazgo”– y, en este sentido, considera que “Sumar tiene que decidir estratégicamente quien es su apuesta en Galicia”, ya que a diferencia de las generales, cuando llegan las elecciones gallegas “el protagonista real es el BNG y esta vez Ana Pontón tiene que ir a por todas”.