El Defensor del Profesor alerta sobre los insultos y difamaciones que reciben los maestros en grupos de WhatsApp

El informe presentado ayer por ANPE refleja un aumento de las problemáticas de los docentes por el trato con los progenitores

Julio Díaz y Julio Trashorras durante la rueda de prensa en la que presentaron el Informe del Defensor del Profesor del pasado curso

Julio Díaz y Julio Trashorras durante la rueda de prensa en la que presentaron el Informe del Defensor del Profesor del pasado curso / EP

El Informe del Defensor del Profesor en Galicia, que presentó ayer el sindicato ANPE en Santiago, constata un aumento importante ­–durante el pasado curso– de denuncias del profesorado por la difusión en grupos de WhatsApp de grabaciones, difamaciones, insultos, e incluso, amenazas dirigidas a los docentes. Una serie de episodios que sitúan a los maestros en una posición de vulnerabilidad, y que son cometidos no solo por el alumnado, sino también en algún caso por sus propios padres.

Según apuntó Roberto Trashorras, vicepresidente de ANPE y responsable del informe en la comunidad, el único medio con el que cuentan los profesores para cortar este tipo de conductas es el de acudir a un cuartel de la Guardia Civil o de la Policía Nacional a poner una denuncia. “El centro no puede impedir que ningún alumno, padre o madre vaya hablando mal del docente fuera del mismo. Por lo tanto, las soluciones han de venir desde fuera del ámbito educativo”.

El centro no puede impedir que ningún alumno, padre o madre vaya hablando mal del docente fuera del mismo. Por lo tanto, las soluciones han de venir desde fuera del ámbito educativo

Roberto Trashorras

— Vicepresidente de ANPE Galicia

Estos hechos han obligado al sindicato a elaborar un decálogo de buen uso de los grupos de mensajería instantánea de madres y padres dirigido a los propios progenitores, en el que se solicita “no ser cómplice” de actitudes de insulto o difamación hacia los docentes y llamar al resto de participantes a tratar de “cortar este tipo de actitudes”.

Decálogo de buen uso de los grupos de padres y madres elaborado por ANPE

Decálogo de buen uso de los grupos de padres y madres elaborado por ANPE / M. G. T.

En opinión de los responsables del sindicato, este comportamiento se debe en gran medida a que el cuerpo docente está cada vez menos valorado socialmente. “El profesor perdió prestigio profesional en los últimos tiempos, al igual que otros sectores como el médico”, explicó Julio Díaz, presidente de ANPE en Galicia, que subrayó la insistencia del profesorado en lograr una buena relación con los padres. “Todos tenemos un fin común que es el bienestar del niño. Tenemos que estar unos al lado de los otros, no enfrente”, sentenció.

El profesor perdió prestigio profesional en los últimos tiempos, al igual que otros sectores como el médico

Julio Díaz

— Presidente de ANPE Galicia

En total, el Defensor del Profesor recibió durante el pasado curso la llamada de 92 profesores, cifra en la que no están incluidas las llamadas recibidas por el servicio de ANPE en la provincia de Ourense ni las recibidas a nivel nacional por parte de docentes gallegos.

Julio Trashorras señaló que “afortunadamente el número de llamadas en la comunidad no es muy alto, sobre todo en comparación con otras autonomías”. Sin embargo, apuntó que “no nos podemos despistar, ya que hay centros sobre todo en el ámbito urbano donde existen problemas muy importantes”. En este sentido, Julio Díaz, recordó el caso de las cartas anónimas con amenazas que sufrieron tres profesoras de un CEIP del municipio pontevedrés de Cambados.

A pesar de ese acusado problema en un centro de educación primaria, la mayoría de llamadas –el 75%– venían de centros de ESO y FP básica. “Son cursos en los que hay muchos estudiantes que no quieren estar en clase e impiden un clima adecuado para el desarrollo de las clases”, explicó Trashorras.

De los datos del informe se desprende también que el 57,61% de los profesores que acudieron a esta línea de atención –en su mayoría, mujeres– refirieron problemas psicológicos por el desarrollo de su actividad docente. Prácticamente, la mitad de los mismos acusaba problemas de ansiedad, mientras que algo más de un 10% padecían depresión incluso cursando baja laboral en algunos casos.