La oposición ve en el discurso del candidato “falta de ambición” y “las promesas enlatadas de siempre”

Pontón y Besteiro, que darán la réplica mañana, difieren en su postura sobre la oferta del candidato popular de un pacto sobre industria y energía 

Ana Pontón y Gómez Besteiro valoran el discurso de investidura de Alfonso Rueda

Ana Pontón y Gómez Besteiro valoran el discurso de investidura de Alfonso Rueda / Lavandeira Jr

La oposición del Parlamento gallego no dará la réplica al discurso del candidato popular hasta mañana. Sin embargo, ayer mostraron ya su patente decepción ante una intervención en la que vieron a un Rueda con “falta de ambición” y cayendo en las “promesas enlatadas de siempre” en un período que consideran clave para el futuro de la comunidad.

“Estamos ante el mismo discurso que podría haber hecho hace dos, cuatro u ocho años”, lamentó Ana Pontón. Según la nacionalista, el líder conservador no ofreció a la ciudadanía “ningún nuevo horizonte” en un momento crucial en el que Galicia debe coger “el tren de la modernización”. En opinión de la frentista, Rueda se limitó a ir citando una retahíla de propuestas “muchas de ellas repetidas”.

No coincide tampoco Pontón con el diagnóstico de situación realizado por el candidato popular. “La imagen idílica de Galicia que trata de construir Rueda no es la de la mayoría social de este país”, le afeó.

José Ramón Gómez Besteiro censuró, por su parte, que Alfonso Rueda dedicase buena parte de su discurso a “atacar” al Gobierno estatal, unas arremetidas que, en su opinión, “denotan una actitud poco edificante”. “Fue lo que nos encontramos durante los primeros 35 minutos de su discurso, lo que nos invita a pensar que va a seguir la misma línea de la pasada legislatura”, dijo el socialista, que reprobó, a su vez, que mientras tanto no hiciese “ni una sola mención” a la relación que la nueva Xunta quiere mantener con las diferentes entidades locales.

El parlamentario de Democracia Ourensana, Armando Ojea, mostró también su descontento con el discurso del candidato popular por no nombrar “ni una vez” la provincia de Ourense. Un hecho, que deseó, no se repita a lo largo de la legislatura, al tratarse de un mandato en el que la formación a la que representa quiere poner sobre la mesa los asuntos de especial prioridad para este territorio.

Frentistas y socialistas concidieron también en calificar de “cosméticas” las modificaciones en la estructura del Ejecutivo gallego anunciadas por Alfonso Rueda durante su intervención.

Donde sí variaron ambos sus posturas fue alrededor del guante lanzado por Rueda para lograr un pacto sobre la industria y la energía, en un momento en el que el proyecto de Altri en Palas de Rei marca la actualidad y la Xunta pretende movilizar los proyectos de implantación de la eólica marina. Ana Pontón apuntó que en primer lugar los conservadores deberían modificar sus políticas al respecto, ya que en caso contrario no se trataría de un pacto sino de “dar la bendición al modelo del PPdeG” . No obstante, añadió que en caso de que el candidato está dispuesto a “ poner la energía eléctrica al servicio de la sociedad gallega con un modelo respetuoso”, los nacionalistas tendrán “siempre la mano tendida”.

Besteiro, por su parte, sí que se mostró más receptivo aunque lamentó la “poca concreción” del ofrecimiento de Rueda y lo invitó a “identificar” cuáles son los grandes retos de industria y de futuro para Galicia.

Así encaran la legislatura

Tras una campaña electoral en la que nacionalistas y socialistas se emplearon en mostrar sintonía con la intención de presentarse ante el electorado como una alternativa plausible y conjunta a la hegemonía popular, será precisamente mañana, a través del turno de réplica a Alfonso Rueda, cuando unos y otros puedan comenzar a marcar diferencias en cuanto a lo que será su acción política durante esta legislatura.

Quien lo necesita especialmente es Gómez Besteiro, que vivirá durante la mencionada jornada su puesta de largo en el atril del legislativo autonómico. Sobre el “Messi” socialista, como era catalogado por sus propios compañeros, recaerá durante los próximos cuatro años la carga de reanimar a un partido que alcanzó el pasado 18F su suelo electoral en la comunidad con sus actuales 9 parlamentarios. Para hacerlo, no obstante, contará con todo el poder orgánico de la formación, así como con el altavoz que le otorga la portavocía del grupo parlamentario. Su deber más allá del ámbito legislativo pasará también por unir al socialismo gallego en torno a su figura, de modo que el músculo que la formación muestra sucesivamente en las citas con las urnas en los concellos se traslade también al hemiciclo autonómico dentro de cuatro años.

Por su parte, Ana Pontón continuará liderando la oposición al Ejecutivo conservador, si bien, lo hará bajo el amparo del grupo nacionalista más numeroso en la historia de la Cámara gallega. Los 25 diputados de los que hoy goza el BNG únicamente los logra igualar –más allá del PPdeG y los 28 que González Laxe cosechó en 1989 – el PSdeG de Touriño, que logró esa cifra en dos ocasiones. La ardua tarea que Pontón tiene por delante es alternar el orden de los factores, y al contrario que el socialista, lograr llevar dentro de cuatro años a los suyos a San Caetano.