Activista afgana | Massouda Kohistani

“Si Occidente quiere ayudar a las afganas y derrotar a los talibán, la esperanza es Ahmad Massoud”

Activista por los derechos de la mujer, analiza en esta entrevista con El Correo cómo viven las mujeres afganas bajo el régimen de los talibán, las consecuencias de la invasión de EEUU y las opciones para derrocar a los radicales

Massouda Kohistani: "El lugar de la mujer en Afganistán es en su casa o bajo tierra"

Javier Rosende Novo / Ángel Martínez

La audacia de organizar una de las primeras protestas contra los talibán supuso para Massouda Kohistani algo peor que recibir amenazas de muerte. Corría agosto de 2021, los fundamentalistas acababan de retomar el poder en Afganistán ante la mirada atónita de la comunidad internacional, EEUU se retiraba sin conseguir ningún objetivo concreto y una mañana, cuando salía a comprar el pan, Massouda encontró a unos talibán en la puerta de su casa en Kabul. "Me golpearon tanto que días después mi piel estaba negra, tenía el cuerpo lleno de moratones". Había ganado cierta notoriedad en redes sociales por organizar manifestaciones feministas y se convirtió en un objetivo a batir. Su única opción fue el exilio. Y acabó refugiada en España.

Ahora continúa con su lucha a 8.000 kilómetros de su país. Activista por los derechos de la mujer, miembro de la Unidad de Investigación y Evaluación de Afganistán y de la Afghan Women's Network, Kohistani analiza en esta entrevista con El Correo cómo viven las mujeres afganas bajo el régimen de los talibán, las consecuencias de la invasión de EEUU y las opciones para derrocar al régimen de los fundamentalistas. También alerta sobre la situación de las activistas que se vio obligada a dejar atrás porque "ahora en Afganistán las mujeres no son consideradas seres humanos. Según los talibán, el lugar de la mujer es dentro de su casa o bajo tierra. Dicen que participan (en el diálogo con las organizaciones internacionales) en beneficio de las mujeres y en representación de sus padres, sus hermanos o sus hijos, por lo que no es necesario que las afganas formen parte de la sociedad. Las feministas que siguen luchando allí por los derechos de las mujeres desaparecen de sus casas".

Hubo unos años en los que las afganas ganaron en derechos pese a la guerra que asolaba al país. Principalmente entre 2015 y 2021, cuando "la vida de las afganas mejoró mucho". Para Kohistani la educación es una cuestión trascendental a la hora de sopesar la invasión de EEUU y los 20 años de ocupación extranjera. "Incluso en las zonas rurales las chicas comenzaron a matricularse en las escuelas e incluso en esas áreas, no solo en Kabul, las estudiantes pudieron completar su educación. Muchas lograron licenciarse y consiguieron becas fuera de Afganistán gracias a su talento", explica, subrayando que aquello se produjo en zonas del país en las que nadie podría esperar que las mujeres fueran a la escuela.

"Cuando EEUU negoció con los talibán nadie escuchó nuestras demandas"

Otra cuestión es qué sucedió después. La retirada de EEUU tras la guerra más larga de su historia en uno de los países más complejos del mundo (Afganistán alberga más de 60 grupos étnicos y decenas de facciones políticas y grupos armados) y los contactos de Washington con los talibán para cerrar una suerte de acuerdo de paz enterraron en vida a las mujeres. "Nadie nos escuchó cuando advertimos sobre lo que iba a suceder con el regreso de los radicales al poder. Cuando EEUU empezó una especie de negociaciones de paz con los talibán no prestaron atención a nuestros deseos, a nuestras demandas. Nunca lo hicieron. Dijeron que su misión había terminado porque habían conseguido expulsar a Al Qaeda y acabar con el terrorismo. No es cierto, porque los talibán son terroristas. Incluso durante las negociaciones de paz siguieron cometiendo atentados contra los afganos, civiles y militares. Lo hacían para mostrar su poder", explica.

Kohistani no es optimista sobre el futuro de su país ni de las afganas pero ante la pregunta de cuál es la mejor ayuda que Occidente podría prestar a Afganistán para derrocar a los talibán responde sin atisbo de duda. La esperanza se llama Ahmad Massoud, líder del Frente de Resistencia Nacional. "Es un grupo de combatientes que luchan contra los talibán en el valle de Panjshir. Aún hoy mantienen una sublevación contra los fundamentalistas y están luchando pero el problema es que nadie de la comunidad internacional ni ningún país extranjero ayuda a Massoud. Es el único que se enfrenta a los talibán. Fue uno de los pocos que no abandonó el país (cuando los radicales volvieron al poder), se quedó y luchó contra ellos".

Massoud es hijo de Ahmad Shah Massoud, el controvertido líder de la Alianza del Norte que combatió a los talibán -y contra la ocupación soviética con ayuda de la CIA- hasta su muerte en un atentado suicida reivindicado por Al Qaeda dos días antes del 11-S. Más de dos décadas de guerra y ocupación extranjera después, el futuro de Afganistán está, en opinión de Kohistani, en manos de la misma familia.