La puesta a punto de las 100 plataformas de contenedores subterráneos llevará cuatro años

El Concello de Santiago ha iniciado la renovación de las plataformas de contenedores subterráneos de la ciudad. Hay en torno a cien y para ponerlas todas a punto serán necesarios cuatro largos años. Se trata de una de las intervenciones que contempla el nuevo contrato de limpieza y recogida de basura, ya que muchas de estas islas se encuentran actualmente en muy mal estado o directamente fuera de servicio a causa de problemas técnicos que impiden su funcionamiento. El pazo de Raxoi informa que los trabajos acaban de comenzar; y ya se hicieron actuaciones de mejora en las plataformas de la avenida de Castelao (en la foto), en Fontiñas y A Choupana. “Renóvase a illa completa, o que está deteriorado, como pode ser o motor, pero tamén os buzóns. O obxectivo é que funcionen correctamente”, señalan desde el gobierno local en funciones, tras la consulta de EL CORREO GALLEGO.

Aunque estéticamente ofrecen un mejor resultado, sobre todo en la zona urbana, lo cierto es que las cien islas de contenedores subterráneos de Santiago llevan años dando problemas de funcionamiento. Cuando no se estropea el motor que permite abrir la tapa de la isleta para la recogida, se colapsa alguno de los buzones, lo cual impide el depósito de los residuos, que la mayoría de las veces acaban acumulados sobre el pavimento de la calle, generando ya no solo una mala imagen, sino problemas de insalubridad, con montones de bolsas acumuladas en las aceras.

El Concello adjudicó en enero de 2022 el contrato para la prestación del servicio de recogida de basuras y limpieza viaria por un periodo de casi diez años, hasta 2031; y por un importe de 95,8 millones de euros. Está dividido en dos lotes que fueron adjudicados a Urbaser y Cogami. En concreto, el lote 1, para la recogida de residuos (excepto papel, cartón y vidrio), limpieza viaria y suministro y mantenimiento de contenedores, fue adjudicado a la empresa Urbaser por 91,3 millones de euros. Es en esta partida donde se incluye la renovación de las islas de contenedores subterráneos que hay repartidas por toda la ciudad. Urbaser está estudiando el estado de conservación en el que se encuentra cada una de ellas y las dificultades que presentan para la prestación de un servicio óptimo.

El objetivo de esta actuación es ya no solo mejorar las isletas y asegurar su buen funcionamiento, sino también reforzar la apuesta por una gestión de residuos sostenible. Cada compostelano genera al año 453,13 kilogramos de residuos sólidos urbanos, según un reciente informe elaborado por Teimas en base a datos ofrecidos por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda. El estudio revela que la inmensa mayoría de la basura que se generó en Santiago en 2021 no pasó por un proceso previo de selección. El denominado resto representa el 86 % del total de residuos, sumando nada menos que 36.356 toneladas. Ese mismo año, se recogieron 2.114 toneladas de vidrio (5%), 1.957 de envases ligeros (4,6%) y 1.847 de papel y cartón (4,4%). En total se generaron 42.274 toneladas de residuos sólidos. No obstante, cabe destacar que Compostela ha conseguido reducir un 8,45% la generación de basura en base a los datos de 2021 y con respecto a 2019, cuando se acumularon 46.174 toneladas.

Gestión sostenible

Todo apunta a que el nuevo contrato ayudará a mejorar la gestión sostenible de los residuos sólidos. La instalación de nuevos contenedores, incluyendo el de color marrón, destinado a los restos orgánicos, y el plan que se ha puesto en marcha para involucrar a la hostelería en el proceso de reciclaje empezarán a dar los primeros resultados al final de este ejercicio. La implantación de un servicio de limpieza urgente 24 horas o la ampliación a más áreas de la ciudad de los trabajos de baldeo y de barrido diario son algunas de las novedades que recoge el nuevo servicio de recogida de basura y limpieza. También incluye nuevas ubicaciones, mayores frecuencias de recogida de basuras y un sistema que permite controlar el llenado para evitar desbordamientos en los contenedores subterráneos.

Para la mejora del servicio de limpieza se han incorporado nuevos recursos tecnológicos. A la espera de que el concesionario haga entrega de los nuevos camiones de recogida de residuos, el servicio ya cuenta con una dotación de vehículos mayoritariamente eléctricos, entre los que destacan cinco carros de barrido, que permiten transportar tanto el carro como su carga sin esfuerzo gracias al motor. Además, se incorporaron al servicio un total de 32 carros de baldeo manual de un cubo, una barredora de aceras eléctrica, tres barredoras de aspiración y una barredora de calzada sobre camión aspiradora. La ciudad también cuenta con una fregadora-barredora autopropulsada y se han renovado un total de tres vehículos de inspección, también de motores eléctricos.

Acumulación de bolsas sin recoger en un punto de San Marcos

Verónica Sexto, vecina del barrio compostelano de San Marcos, trasladó a este periódico el malestar en la zona por la retirada de unos contenedores de la ubicación que habían tenido hasta hace apenas un mes. Desde entonces lo que se acumula en el lugar son bolsas de basura, puesto que únicamente queda el contenedor de vidrio. La vecina indica, además, que en Urbaser le habían dicho que el motivo obedecía a que un usuario estaba cambiando de sitio dichos contenedores, si bien ella insiste en que se sigue acumulando basura en este punto por falta de contenedores, y considera que “no tiene lógica que se mantenga el de vidrio y se retiren el resto”.

Preguntado sobre esta situación, el técnico de Urbaser Ángel Fagilde señaló a este diario que son los técnicos municipales del Ayuntamiento de Santiago los que determinan la ubicación de los contenedores y que, en el caso de la zona a la que hacía referencia Verónica Sexto, “se ha procedido a la sustitución de aquellos contenedores verdes viejos por otros de descarga lateral mucho más modernos, es como pasar de una carretera convencional a una autopista”, explicó. Indicó que se ha aumentado la dotación de contenedores para el reciclaje y que, en cualquier caso, “la nueva ubicación está a menos de 200 metros de la anterior”.