Casi un año esperando la licencia de obra con el agua corriendo por la pared: “É un problema de saúde”

Vecinos de un edificio de A Pastoriza conviven con la humedad a la espera de tener el permiso del Concello para arreglar la fachada

Edificación con humedades situada en la Travesa da Pastoriza número 2

Edificación con humedades situada en la Travesa da Pastoriza número 2 / Antonio Hernández

El agua corriendo por la pared dentro de casa, la pintura desconchada y el deshumidificador funcionando las 24 horas del día. Es el panorama que describe Laura Gómez, la presidenta da la comunidad de propietarios del número 2 de la Travesa da Pastoriza, donde esperan desde mayo del año pasado la licencia del Concello para poder rehabilitar la fachada. 

Según explican desde Imar, la empresa administradora del inmueble, los vecinos solicitaron la licencia en mayo de 2023, “y a fecha de hoy seguimos sin tenerla”. Todo ello, “a pesar de haber abonado más de 1.500 euros de tasas y llevar casi 1 año esperando”. Se trata de un permiso de obra menor, en la denominada zona de perímetro azul, la que rodea el casco histórico compostelano. Tras completar los primeros trámites, el arquitecto contratado por la comunidad informó que desde el departamento municipal de Urbanismo “le trasladan que no hay en este momento asesor jurídico que firme dicha licencia, y aunque cuenta con el visto bueno del arquitecto municipal, el tema está estancado”. 

Imar indica que este situación ha provocado durante las últimas semanas que no se otorguen licencias de obra. Preguntados al respecto, en Raxoi se limitan a señalar en conversación con este diario que esta ausencia de asesoría jurídica que valide los trámites se trata de “unha demora puntual que se vai resolver nuns días”.

Mientras tanto la paciencia entre los vecinos se agota, más teniendo en cuenta que las filtraciones de agua por el deterioro de la fachada del inmueble “aféctanos á saúde. Eu teño dous rapaces pequenos e unha delas está sempre enferma”, relata Luara Gómez. “No es una obra de simple estética, es una obra imprescindible para la salubridad de los vecinos”, remarca el administrador del edificio. 

Aprovechar el verano

El inmueble consta de cuatro viviendas y, aunque todas están ocupadas en este momento, Gómez indica que para los propietarios que no residen en el inmueble también supone una traba a la hora de poner las viviendas en alquiler. Los residentes reclaman que “se axilicen os trámites. Nós esperabamos ter xa o verán pasado a obra feita para ter todo arranxado de cara ao inverno e encontrámonos con que estamos a mediados de marzo, seguimos sen licencia e non hai con quen falar”, lamenta Gómez . 

Aunque desde Raxoi se hable ahora de una “demora puntual”, en la comunidad temen que vuelva a pasar otro verano sin que se puedan acometer los trabajos necesarios para acabar con las humedades. “Tememos que chegue o verán, que é o momento ideal para facer esta obra e que se nos pase o tempo. Non queremos encontrarnos con que cheguen os meses de bo tempo e que estea sen facer”, explica la presidenta.

Gómez añade que la obra podría estar iniciada porque “incluso o construtor díxonos que en marzo poderían empezar, pero non hai maneira de facelo porque o Concello de Santiago non nos dá a licencia. Todo son trabas burocráticas e tampouco estamos pedindo moito. Non é unha obra nova, simplemente reparar dúas fachadas”.  

La presidenta de la comunidad de propietarios insiste en reclamar mayor “axilidade” a la hora de otorgar estos permisos. “Houbo eleccións e entendo que hai uns tempos, pero as eleccións foron en maio e xa estamos en marzo”, concluye sobre el papel del Concello.