Atención Primaria mantiene diez plazas MIR sin cubrir en Santiago: "Muchos aspirantes desisten por la sobrecarga laboral"

Con una carencia de médicos de familia acuciante, motivada por las jubilaciones y por exceso de trabajo, quienes se forman en este ámbito suelen ser los primeros en colocarse

Dos personas en las inmediaciones del centro de salud de Galeras en Santiago

Dos personas en las inmediaciones del centro de salud de Galeras en Santiago / Jesús Prieto

Con las setenta plazas de médico interno residente ofertadas en diferentes especialidades en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) completas horas antes de que acabara el primer plazo para los aspirantes, en el caso de Medicina Comunitaria y Familiar habrá que esperar al menos hasta la repesca para cubrir los 10 puestos que han quedado vacantes de los 40 que había disponibles. Una muestra más de que este ámbito de la medicina, no sólo en Compostela, sino en el conjunto de España, sigue resultando poco atractivo para los futuros médicos, y que en Galicia en su conjunto deja por ahora 63 plazas sin cubrir.

Una situación atribuible a varios factores, según explica en conversación con EL CORREO GALLEGO el jefe de estudios de la unidad docente de Medicina Comunitaria y Familiar del Área Sanitaria de Santiago y Barbanza, Sergio Cinza, quien reconoce que “la falta de médicos hace que haya mayor sobrecarga, y la imagen que se transmite de que estamos saturados y de que hay muchos pacientes por cada jornada de trabajo, que es una realidad, tampoco es la mejor”.

La clave, incidir en la formación

Convencido de que aunque observa una mayor lentitud en toda España para cubrir las plazas MIR en Atención Primaria, entre otras cosas porque “han aumentado”, en Santiago conseguirán completar las 40 ofertadas, incide en que “la única forma de salir de esta crisis de falta de médicos de familia es formándose”, y se muestra rotundo sobre la idea de que “lo que no podemos aceptar es que se incorporen al mercado laboral médicos que no tengan la especialidad, como se ha hecho en otras comunidades”.

Fachada del hospital comarcal del Barbanza, que será objeto de ampliación

Fachada del hospital comarcal del Barbanza, que será objeto de ampliación / Suso Souto

Cinza subraya que “tenemos que pelear por formar más médicos con un programa riguroso, formar a buenos especialistas, y luego que cuando están acabando la residencia se les ofrezcan unas condiciones favorables para que no se vayan a otros sitios o decidan otra actividad que no sea la asistencial”.

El también facultativo en el centro de salud de O Milladoiro señala que desde la Gerencia del área sanitaria y desde el propio Sergas se lleva tiempo trabajando para presentarles una oferta antes de que acaben su formación, dentro de una rama de la medicina en la que, al contrario de lo que sucede en el resto, los aspirantes son muchos menos que los puestos a cubrir, y así seguirá siendo durante unos años, con la previsión de que muchos de los galenos hoy en activo se jubilen en breve.  

Una tormenta perfecta sumada a la disminución de la plantilla en el período estival por vacaciones y a la que este año además se sumará el hecho de que por primera vez los residentes de cuarto año, los que iniciaron su formación con la pandemia en 2020, no la rematarán hasta septiembre, por lo que no se podrá contar con ellos para esas suplencias como sucedía habitualmente.

Situación complicada en verano

La situación será especialmente difícil “en aquellos centros donde se concentran más jubilaciones o en los que tienen sólo uno o dos médicos, ya que en otros como el nuestro, donde hay ocho, lo que tenemos que hacer es organizarnos entre nosotros, repartirnos las agendas, y es algo con lo que llevamos mucho tiempo” porque, como aclara, “ya en 2019, cuando no se había hecho esta campaña de ampliación en España, en Santiago aumentamos las plazas porque se preveía una falta de médicos importante, y se fue incrementando la oferta progresivamente hasta llegar a las cuarenta actuales”.

Cinza asegura que en esta ocasión también se cubrirán todas ellas, recuerda que en los últimos años han sido varios los estudiantes con buenos resultados en el examen MIR los que se han decantado por la medicina de familia en Galicia e incide en que “aunque es cierto que formar buenos especialistas es un proceso lento, también lo es que de aquí a cuatro años tendremos a un buen grupo de médicos bien formados para poder hacer frente a esas jubilaciones en Atención Primaria y mantener una buena red que garantice el funcionamiento de nuestro sistema”.

Exceso de burocracia

Con mayor celeridad en unas ramas que en otras, pero con todas las plazas ya cubiertas en esta primera fase, el jefe de estudios y presidente de la Comisión de Docencia de Especialidades del CHUS, Rogelio Leira, también atribuye las vacantes en medicina de familia a que “en los últimos tiempos ha sido sometida a una sobrecarga de trabajo y, además, a una burocracia importante, lo que ha hecho que la gente vaya perdiendo el gusto por esta especialidad”.

Cree que va a costar recuperar el ritmo porque “salvo casos muy excepcionales como el de este año en nuestro hospital de una persona entre los cien primeros MIR, donde se ve que claramente quería hacer medicina de familia, desgraciadamente la mayoría la va cogiendo cuando ya no tiene muchas otras opciones”.

Interrogado sobre cuáles son los servicios más atractivos en su ámbito de actuación, el también neurólogo del Clínico de Santiago indica que “aunque varían de unos años a otros, históricamente suelen ser casi siempre las mismas”. En esta edición señala que “tardó un poco más dermatología, pero cardiología suele ser rápido, al igual que anestesia y digestivo, y algunos años también neurología o las cirugías”, y añade que “curiosamente la medicina interna, que en las últimas convocatorias había ido cayendo un poco, está volviendo a ser una especialidad bastante solicitada”.

Ocho de cada diez se irán tras la formación

Encargado de supervisar y evaluar junto a los tutores de cada residente su actividad formativa dentro del CHUS, en la que deben pasar por los diferentes servicios, Rogelio Leira destaca que “toda la gente que trabaja en un hospital como el nuestro tiene la obligación de formar a los residentes, y es lo que garantiza que esa formación sea la correcta”.

Tras ella, lo más probable es que “al menos ocho de cada diez no se queden en el sitio en el que se forman, es lo habitual porque los servicios no tienen capacidad para absorber a toda la gente que se está formando, a no ser que justo cuando ese MIR termina quede una plaza vacante por jubilación o por otras razones”, si bien está convencido de que “la gran mayoría se quedarían encantados porque son servicios que ya conocen y porque antes decidieron ir a formarse en ellos”.

Fran Pérez: “Quero traballar nun ambulatorio por vocación e convicción, pero non nos poden pedir que sexamos mártires”

Por vocación y convicción ha decidido Fran Pérez solicitar una de las cuarenta plazas MIR de medicina de familia ofertadas en el CHUS porque, aunque su puesto en el examen le daba para elegir “prácticamente todas as especialidades, desde que fixen as prácticas na carreira vin que era o que máis me gustaba polo contacto cos pacientes, aos que coñeces e probablemente tamén aos seus fillos e á súa peixeira, e porque é tremendamente variada e céntrase, máis que na enfermidade, na saúde”.

Este compostelano que estudió Medicina en la USC está convencido de que Atención Primaria “é un piar fundamental do sistema público de saúde, onde se solucionan o 90% das interacciones con el”. 

El MIR Fran Pérez con el doctor Jesús Nieto durante sus prácticas en el centro de salud de Valga

El MIR Fran Pérez con el doctor Jesús Nieto durante sus prácticas en el centro de salud de Valga / Cedida

Opciones con consultas menos colapsadas

Cree que más que falta de vocaciones, las condiciones en las que se trabaja, “totalmente deterioradas en Galicia, fan que compañeiras miñas ás que lles gusta, opten por outras ramas e non nos poden pedir que sexamos mártires”.  

Incide en que “non é o meu caso e tentarei melloralo desde dentro, pero por moita vocación que se teña, a xente prioriza tamén a súa saúde antes de enfrontarse a unha consulta colapsada”.

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