Expertos quieren hacer de Santiago el centro de estudios valleinclanianos a nivel mundial

La cátedra de la USC dedicada al autor ha sacado el catálogo ‘Valle-Inclán íntimo’, en el que se muestra parte del patrimonio del escritor que nunca antes había sido público: imágenes, muebles, obras de arte... 

La exposición mostró el lado más personal del autor gallego

La exposición mostró el lado más personal del autor gallego / Jesús Prieto

Ramón del Valle-Inclán nació el 28 de octubre de 1866 en Vilanova de Arousa (Pontevedra) y tuvo una vida plagada de leyenda, mito y misterio. Anécdotas e historias que han creado una imagen, desacertada, de autor bohemio cara un público que lo sigue reconociendo por ser el creador del género del esperpento. Sin embargo, a pesar de ese universo al que durante tantos años han tenido acceso los lectores, hay una esfera más realista que se esconde detrás de su historia personal, que tanto intentó cuidar y alejar del ojo público: Valle-Inclán íntimo.

En 2002 se creó la Cátedra Valle-Inclán bajo la dirección de Margarita Santos Zas y desde la que se dedican a hacer investigaciones, actividades y proyectos que giran en torno a la figura del autor. En la actualidad ya han publicado 12 obras y realizado cuatro exposiciones de las que, la última, destaca por su novedad. Valle-Inclán íntimo pudo visitarse en el Colegio de Fonseca desde el 9 de febrero al 1 de abril y, ahora, puede consultarse por medio del catálogo, que recibe el mismo nombre, y en el que han participado Margarita Santos, Javier del Valle-Inclán –nieto del autor– y José Manuel López Vázquez, que no pudo estar presente en la entrevista.

Valle-Inclán íntimo recogió todo el patrimonio que tenía el autor en su casa de Madrid. Carlos del Valle-Inclán tuvo la gran idea, paciencia y amor a su padre para mantener unido todo el patrimonio familiar. La gente suele vender, pero en este caso no fue así”, explica Margarita Santos. Gracias a esto, pudieron reunir imágenes, ropas, muebles y todo tipo de objetos pertenecientes al escritor. “La novedad que tuvo esta exposición es que se sacaron cosas que nunca se habían visto, lo que permite revelar que Valle-Inclán realmente no era ningún bohemio”, explica Javier del Valle-Inclán.

Patrimonio arrebatado

La muestra no solo fue novedosa, sino que tuvo una gran acogida por parte del público. Sin embargo, a pesar de su interés por convertirla en permanente para la ciudadanía compostelana, fue algo que se les hizo imposible. “Esta exposición vendría a completar la idea de que Santiago se convirtiera en el centro de estudios valleinclanianos a nivel mundial. Sus manuscritos ya están depositados, la biblioteca también, hay una colección de recortes de prensa encuadernados desde el 36 al 92, una colección de fotografías de estrenos teatrales que no se encuentran en ningún otro sitio... Pero la falta de colaboración de las instituciones del panorama cultural ha hurtado a la ciudadanía compostelana y gallega el tener una exposición permanente por razones que desconozco”, señala Javier del Valle-Inclán.

A pesar del paso del tiempo, este autor sigue manteniendo su relevancia y continúa en la mente de los gallegos y gallegas. A pesar de ello, los jóvenes son algo más complicado: “La literatura de un escritor hay que descubrirla”, asegura su nieto. Y es que estamos en un momento donde las “humanidades se han ido recortando y convirtiendo en una cosa accesoria”: “Son fundamentales para la formación de un individuo y su sensibilidad, su capacidad de captación, de interpretación...”, insiste Margarita Santos.

Este desinterés que puede verse en la educación es el mismo que ven a la hora de ofrecer exposiciones como la suya: “Este patrimonio es irrepetible y es que en Estados Unidos por un autor como este se pegan por conseguir lo que tenemos. Te quedas estupefacta al ver que lo único que la gente sabe de Valle-Inclán es que era manco, que tenía un montón de anécdotas relacionadas con esto, que era raro y estrafalario. ¿Cuánta gente ha leído a este autor?”, se pregunta Margarita Santos.

Rentabilidad o pasión

El mundo de las letras y el arte nunca ha sido reconocido por sus altas ganancias o remuneración económica. Este es el motivo que achacan a la falta de interés y también es lo que señalan para indicar que detrás de la exposición y el catálogo hay “mucha pasión”. “Detrás de esto hay muchas horas de trabajo invertidas y ninguna ganancia más allá de la satisfacción”, aseguran. “No es fácil montar una exposición y es carísimo, además cuando es durante tan poco tiempo. Esta exposición estuvo concurridísima, la presencia de gente fue constante. Mes y medio una exposición de este calibre, con lo que ha costado montarla, hace que sacar este catálogo tenga detrás sangre, sudor y lágrimas además de muy buena voluntad, porque no cobramos un duro por esto. Pero es porque consideramos que con Valle-Inclán tenemos una deuda, Galicia la primera”, asegura Margarita Santos.

Y es que para ellos, Ramón del Valle-Inclán merece que le sea devuelto todo lo que ha dado al país: “Que es mucho, es su obra”. Ya que, a pesar de que no todos sean conscientes, es un autor que sigue en la mente de los usuarios: “Aparecen mil veces colgadas en las redes frases de Valle-Inclán por parte de personas que no saben ni que son de él, pero con las que se sienten identificadas”, explica Margarita Santos.

Introducirse en su literatura

“La culpa no la tiene la gente, ellos muestran su interés asistiendo a los museos o comprando los libros. Lo que pasa es que, además de su interés, se esperaba que las presuntas élites también contrubuirían a este esfuerzo que ha venido dado. La USC ha hecho todo lo que ha podido pero no ha conseguido más recursos, así que esto se ha hurtado”, asegura Javier del Valle-Inclán.

Sin embargo, más allá del sabor amargo de que esta exposición ya no está abierta al público, sigue quedando el catálogo de la misma, en el que también hay un vídeo que muestra todo lo que estaba expuesto. Además, tanto Javier del Valle-Inclán como Margarita Santos piensan lo mismo: “Para empezar a consumir la literatura de Valle-Inclán lo mejor son los cuentos, El jardín umbrío. Sin embargo, para los más familiarizados está Tirano banderas”.