Un 13 de noviembre de hace 21 años el Prestige, un petrolero con bandera de Bahamas, se partía por la mitad cerca de las costas de Galicia.

El hundimiento de la carga del buque provocó una de las mayores catástrofes medioambientales de la industria naviera, tanto por la cantidad de contaminantes liberados como por la magnitud de los daños, ya que se extendió desde el norte de Portugal hasta las Landas en Francia.

Se estima que tiñó de negro más de 450.000 metros cuadrados de tierra, y que hubo 200.000 aves muertas además de varias numeorsas especies marinas.