Mucho se habla de las consecuencias medioambientales de los pélets en las playas gallegas, pero el problema real para los pescaderos que faenan en esas aguas es la cantidad de otros plásticos que recogen cada día en sus redes. La borrasca, además, está complicando su búsqueda porque el temporal camufla, aún más, las diminutas bolitas en la arena. Voluntarios y operarios han recogido ya el equivalente a casi 200 sacos de bolitas.

En el horizonte, un aparente océano limpio; pero en el fondo, las redes capturan, además de pescado y marisco, todo tipo de plásticos y residuos. Los pescadores insisten en que el producto que llega a las lonjas se puede consumir sin problemas.