Si hay un paradigma de capital fría y con nieve en Europa, es sin duda Moscú. Aunque desde el domingo, en exceso. La gran urbe rusa sufre desde el fin de semana la mayor nevada en 145 años, que ha dejado en doce horas un manto de hasta 40 centímetros de nieve en algunos barrios. Esta situación es aún peor en algunas partes de Siberia, que esperan temperaturas de hasta 50 grados bajo cero. "Se ha batido el récord de precipitaciones en 145 años para un 3 de diciembre", dijo el meteorólogo Román Vilfand, citado por la agencia TASS. El pasado domingo cayó el equivalente al 25-30% de la nieve mensual.