Hay veces que una foto nos toca en lo más profundo y esta es una de ellas. Es la ganadora del World Press Photo, un certamen que recoge otras historias llenas de emoción. La imagen ganadora muestra un último abrazo sin mostrar los rostros, pero con identidad. Mohamed Salem firma la foto del año entre una selección de imágenes tan crudas como reales, tan devastadoras como el gesto de Mesut, sentado sobre los escombros que el terremoto de Turquía dejó a su paso. Tragedias humanas y tragedias medioambientales como la que refleja una fotografía en la que se ve a un pescador caminando por un desierto que antes era un río, en el Amazonas.