Praterías es una de las cuatro grandes plazas que abrazan a la catedral, aunque se trate de la más pequeña. El cabildo decidió convertir el espacio que tenía delante y estaba ocupado por distintos inmuebles en vacío y reordenar con su impostación los restantes por el sur y oeste, dando paso a un recinto emblemático de la ciudad.

Este espacio plurifuncional será utilizado como escenario de ceremonias, como lugar de asilo para delincuentes o como nudo de comunicación, amén de continuar sirviendo de emplazamiento para los plateros, cuyo oficio y obradores dan nombre a la plaza.

No es la única que guarda un origen curioso en la capital gallega. Descubre la toponimia de las calles más emblemáticas de Santiago.