“Parecía una oportunidad que no se podía dejar escapar”

Fianzas de 1.000 euros para pisos de "ensueño" en Santiago: hablan las víctimas de una nueva estafa inmobiliaria

Los anunciantes aprovechan las plataformas de alquiler para ofertar viviendas con precios atractivos como cebo, persuadiendo a los interesados para abonar un depósito cuantioso

Anuncio  de “la estafa del falso alquiler” con los correos eléctronicos del fraude al fondo

Anuncio de “la estafa del falso alquiler” con los correos eléctronicos del fraude al fondo / Antonio Hernández

Mientras la búsqueda de vivienda de alquiler se torna cada vez más complicada por la falta de oferta y los precios elevados, los estafadores agudizan el ingenio para aprovecharse de la situación. Lo sabe Javier (nombre ficticio), un joven de 24 años inmerso en la búsqueda de un nuevo hogar que estuvo a punto de caer en una estafa económica por querer visitar un piso “de ensueño” situado en el centro de Santiago. El anuncio publicado en una conocida página web de compraventa y alquiler de inmuebles presentaba un piso de 45 metros cuadrados recién reformado dividido en salón, dormitorio, baño y cocina. La renta ascendía a 450 euros al mes, un precio que llama la atención si se tiene en cuenta que ofrece “todos los gastos incluidos”, haciendo referencia a agua, luz, calefacción e internet. “Parecía una oportunidad que no se podía dejar escapar”, cuenta Javier.

Los anunciantes ofrecen un piso con todos los gastos incluidos por 450€ al mes en el centro de las ciudades

La ubicación del inmueble es lo primero que hace sospechar al interesado, ya que inicialmente el inmueble figuraba en el número 36 de la Rúa de Montero Ríos y, posteriormente, “el mismo anuncio” situaba la vivienda en el número 4 de la Rúa do Xeneral Pardiñas. A pesar de las sospechas, el joven se puso en contacto por correo electrónico con los anunciantes. La supuesta arrendadora afirmaba “ser doctora en Suecia” y explicaba que le era “imposible” concertar una visita sin coste. Ella proponía “1.000 euros de depósito para visitar el piso”, que se reembolsarían “en el caso de que no le gustase el inmueble”. Todo el procedimiento se haría vía internet.

Para evitar el encuentro en persona, los estafadores argumentan residir lejos o imposibilidad para quedar

Javier no es el único que casi cae en el engaño. Mónica (nombre ficticio), otra joven a la búsqueda de vivienda, llegó a llamar al número que aparecía, pero “la derivaron a otro lado”, lo que le resulto “extraño”. Dada la situación, desistió de visitar este inmueble. En cambio, Javier prosiguió en su afán de “averiguar más” sobre este “suculento” anuncio. Al buscar el nombre de la empresa y los datos de las viviendas, comprueba que existen más de una decena de anuncios iguales ubicados en ciudades de todo el país. Ante este hallazgo, el joven descarta el piso, pero prosigue en su conversación con la estafadora. Esta le facilita fotografías de un DNI falso para que “confíe en ella”, pero, al preguntar más, la supuesta arrendadora deja de contestar.

“La estafa del falso alquiler”

Este tipo de estafa es ya conocida por las fuerzas del orden. Alberto González, jefe del Equipo @ de la Jefatura Provincial de la Guardia Civil en A Coruña, explica que se trata de “la estafa del falso alquiler”. “Es algo habitual recibir denuncias por este tipo de estafas”, afirma González, destacando que se suelen concentrar en “los meses previos a verano o a Navidad”.

Desde la Guardia Civil cuentan que se trata “de grupos especializados” que emplean “mulas” (responsables de desarrollar el engaño y captar el dinero desde España) para estafar a personas con una “supuesta fianza” para una vivienda y que están dirigidas por mafias que suelen proceder de “países europeos”. Sus objetivos suelen ser “padres con hijos estudiantes, turistas o personas que van a cambiar de trabajo”, que no puedan visitar los pisos por “lejanía o falta de tiempo”. El engaño se descubre cuando llegan a la supuesta vivienda y no encuentran ningún piso de alquiler.

Esta clase de engaños son “sencillos” para los ciberdelicuentes, ya que les basta con “copiar y pegar la información de otros anuncios”, explica el jefe del Equipo @. Por esto, desde la Guardia Civil insisten en “poner en cualquier buscador” los datos que figuran en el anuncio para comprobar “si está duplicado”. “Normalmente, el de mayor precio suele ser el anuncio verdadero”, relata González, resaltando que los otros tienen “precios más bajos” para “atraer a víctimas”. Asimismo, hacen hincapié en “visitar los inmuebles” y “llamar al arrendador” para cerciorarse. Ante la imposibilidad de desplazarnos hasta el lugar, González destaca “la posibilidad de una visita por videollamada”.

En el caso de perpetrarse el engaño, a pesar de seguir las recomendaciones, desde la Guardia Civil explican que, en primer lugar los autores estarían cometiendo “un delito de estafa”, dado que “están ofertando un producto que no existe”. Además, podría sumarse “el blanqueo de capitales”, al ser dinero obtenido de una actividad ilícita. Asimismo, al recrear un contrato y documentación falsa estarían incurriendo en un delito de “falsedad documental”. El jefe del equipo @ explica que a la hora de investigar suelen encontrarse con “grupos organizados”, lo que podría conllevar un delito de “pertenencia a grupo criminal”.

En ciudades universitarias

Este tipo de delincuencia suele localizarse, principalmente, en las zonas de “Levante, Costa del Sol y Cataluña” al ser importantes destinos turísticos. Pero también se da en ciudades universitarias, donde los estafadores encuentran “la figura de los padres que no pueden ir con su hijo a visitar el piso”, ya que “la distancia” es un aliado para esta clase de tramas. Ante cualquier indicio, la Guardia Civil recomienda poner la información en conocimiento de las autoridades y no cerrar tratos por “mensajería instantánea”.