Opinión | GLOBAL-MENTE

Biden tiene un problema en los campus

AULAS CERRADAS, clases virtuales, estudiantes detenidos y policía en los campus. Está ocurriendo en las universidades más prestigiosas de EEUU, donde estudia la élite.

La rebelión en las aulas comenzó al reactivarse conflicto entre palestinos e israelíes con el ataque de Hamás del 7 de octubre y la consiguiente represalia de Israel. Los que protestan piden a las universidades que condenen la invasión israelí de Gaza y que se desvinculen de las empresas que venden armas a Israel; dicen que no quieren que el dinero que pagan por estudiar en su universidad sirva para financiar la violencia. 

Los estudiantes judios denuncian antisemitismo por parte de los que protestan, que se sienten amenazados, y recuerdan que sigue habiendo rehenes en poder de Hamás. 

Un desgarro en los campus que las autoridades académicas no han sabido resolver, al contrario. El 17 de abril, la rectora de la Universidad de Columbia, Nemat (Minouche) Shafik, reactivó las protestas al prometer ante un comité de congresistas republicanos que reprimiría duramente las manifestaciones no autorizadas. Mientras, los estudiantes acampaban en el campus, fueron desalojados al día siguiente por la policía de Nueva York que practicó más de cien detenciones. La rectora no solo descontentó a profesores, exalumnos y estudiantes de Columbia, que consideraron que había pisoteado la sacrosanta libertad de debatir, sino que extendió la protesta a los campus de Berkeley, Yale y Harvard, y también fuera del recinto universitario.

En efecto, las protestas en apoyo a Palestina se extienden de costa a costa de EEUU, bloquean autopistas, accesos a aeropuertos o puentes, como el Golden Gate, que estuvo varias horas cerrado el 16 de abril. Los grupos proisraelíes acusan a los organizadores de las protestas de tener vínculos con Hamás. Sin embargo, según NBC NEWS, no existen pruebas, en cambio sí hay grupos propalestinos como WithIn Our Lifetime, radicado en Nueva York, capaz de movilizar a miles de personas a través de sus redes sociales. Pero también hay grupos de judíos propalestinos, como Jewish Voice for Peace, que protestan para decir que no quieren ser cómplices de la ayuda militar a Israel.

Aunque la historia nunca se repite, a veces hay similitudes llamativas. En 1970 los campus de las universidades de EEUU fueron el escenario de protestas multitudinarias contra la guerra de Vietnam. El 3 de mayo de ese año los estudiantes de Columbia llaman a la huelga nacional, tres días antes el presidente Richard Nixon había anunciado la “expansión” de la guerra a Camboya, incumpliendo la promesa de acabar la guerra de su discurso de investidura un año antes. Fue la chispa que galvanizó el movimiento contra la guerra. El 4 de mayo, la Guardia Nacional dispara contra una manifestación de estudiantes de la Universidad de Kent, cuatro estudiantes mueren y diez resultan heridos. La huelga no acabó con la guerra, pero fue tan importante que Nixon tuvo que recibir a una delegación de estudiantes y reconocer la legitimidad de la protesta. 

Joe Biden de momento se limita a condenar “las protestas antisemitas y a quienes no entienden lo que está pasando con los palestinos”, confiando en que la protesta no vaya a más a medida que se acercan las elecciones para las que necesita los votos de judios y musulmanes en los estados clave.